★Palomitas★

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    —¿Brimmi?

    —Dime, Roggie.

    —Gracias por hacer las palomitas, te quedan muy buenas —dije, sonriendo y con la cabeza sobre su hombro.

    —Y no es lo único que me queda así —susurró, y vi de reojo que sus mejillas se teñían de un lindo rosa.

    —¿Qué? —pregunté, riendo nerviosamente y sonrojado también.

    —¡Nada! —dijo de manera rápida—. Que no tienes por qué agradecerme, mi amor.

    —En cualquier caso, te queda muy bien besarme.

    —¿Eso crees?

    —Estoy seguro —respondí, comiéndome un puño de palomitas después.

    —Eso es bueno.

    —¿Y si sólo me besas y ya?

    —No creo. Sabes a palomitas.

    —¿Y cómo es que estás tan seguro de eso? —hablé pero él sólo continuó riendo—. Además, si supiera a palomitas mejor, ¿no?

    —No —dijo cuando paró de reír pero con una sonrisa en su rostro—. ¿Y sabes por qué?

    —¿Por qué? —cuestioné, mientras se acercaba a mí con lentitud.

    —Porque prefiero una infinita cantidad de veces el solo sabor de tus labios antes que otra cosa.

Y estábamos por besarnos, cuando el insistente sonido del teléfono interrumpió nuestra bonita conversación.

Reímos y, antes de que él se pusiera de pie, fue inevitable dejarle un pequeño besito sobre su boca, obteniendo una dulce y tímida sonrisa como respuesta.

🌹El chico del auto rojo 🚗 MaylorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora