🌹El chico del auto rojo 🚗 Maylor

★Sí★

    —Meddows... —habló tímido.

    —¿Sí?

    —Y-yo te quería preguntar algo...

    —¿Y siempre que me preguntas cosas te pones nervioso? —cuestioné al ver cómo evadía mi mirada y jugaba con sus manos.

    —Al-algo así.

    —Dime, Bri —dije, mirándole sonriente.

    —Bueno, esta es una pregunta... eh... seria. Y difícil...

    —Harold, ya te dije que sí quiero ser la dalia que ilumina tu bonito jardín —repuse.

    —Oh, y estoy agradecido por ello, pero esa no es la pregunta de hoy —confesó mientras me tomaba entre sus brazos tiernamente.

    —¿Es que todos los días me harás preguntas? —dije, y el negó con una sonrisa—. ¿Y entonces qué es, Brian? —pregunté, correspondiendo a su abrazo e inhalando su aroma mientras descansaba mi cabeza sobre su pecho y cerraba los ojos.

    —N-no sé cómo decirlo...

    —Yo creo que sí sabes, eres demasiado inteligente.

    —B-bueno sí, pero no es fácil —insistió.

    —Vamos, dime —pedí y pude notar cómo se iba sonrojando gradualmente.

    —Primero voy a necesitar algo.

    —¿Qué cosa?

    —Un beso —murmuró bajito.

    —¿Dónde? —cuestioné con la finalidad de ponerle más nervioso.

    —Donde quieras.

    —Está bien —dije, me coloqué de puntillas y le di un dulce beso en los labios, que él correspondió de manera gustosa y aparentemente sorprendida.

Pasados un par de segundos así tuvimos que separarnos por la falta de aire, no obstante cuando lo hicimos le dediqué una bonita sonrisa que el correspondió.

    —¿Ahora tienes menos nervios?

    —Creo que sí —sonrió.

    —Te escucho —dije mientras le miraba directamente a los ojos.

    —Y-yo...

    —¿Sí?

    —T-tú...

    —Dime, Bri.

    —¿Q-quieres ser...?

    —Yo quiero ser... ¡un baterista! —dije para destensar el ambiente, cosa que funcionó.

    —Eso es muy hermoso, pero no era lo que te iba a preguntar —mencionó, acariciando mi cabello con una de sus manos.

    —¿Entonces?

    —¿Quieres ser m-mi...?

    —¿T-tu...?

   —¿...novio? —completó y sonreí. Sonreí como nunca lo había hecho antes.

    —Necesito que me digas la pregunta completa, Harold.

    —¿Quieres ser mi novio? —cuestionó de manera rápida mientras cerraba sus ojos con fuerza y sus mejillas estaban completamente teñidas de rojo.

Sentí cómo los latidos de mi corazón aumentaron en demasía, y al tener mi cabeza sobre su torso, los de él también.

Con una sonrisa, le di un beso en la mejilla antes de responder.

    —Sí.