—¡Freddie! —titubeó Brian, observándolo, mientras yo me bajaba con rapidez de sus piernas y me sentaba a su lado—. ¿Por qué no... tocaste la puerta?
—¡Ay, Brian! Si eso es lo que estuvimos haciendo por cinco minutos, y como yo sé dónde está la llave de emergencia, no tuve más opción que abrir la puerta —admitió con cansancio, tomando asiento en el sillón que se encontraba frente al nuestro.
—Esa es una gran omisión de nuestra privacidad —dijo, aparentemente molesto, por lo que entrelacé nuestras manos y el suspiró más tranquilo, dejando un pequeño besito en ella después—. Es sólo que podríamos haber estado haciendo algo importante.
—Dios mío, Brian, ¡espérate a la boda para eso!
«¿Por qué tantos chistes referentes a un matrimonio? Ni siquiera es algo legal y, aunque lo fuera, nadie querría casar a un par de enamorados homosexuales»
—Bueno, cambiando el ambiente que tenemos por aquí —continuó Freddie—, conozcan a mi novio. Había querido presentárselos desde hace ya mucho, pero no se había dado la oportunidad. Él es John.
Levanté la mirada y observé a un chico castaño de apariencia bastante tímida, quien sonrió sin mostrar los dientes cuando fue nombrado, con un pequeño sonrojo en sus mejillas.
—Es un gusto.
—Mucho gusto, John —dijo Brian, y noté que se encontraba algo desanimado. Definitivamente eso no se debía a la interrupción, sino a algo más.
—Mucho gusto también —hablé, apegándome más a mi novio y sintiendo su cómodo calor, recargando inmediatamente mi cabeza sobre su hombro.
—¿Y cómo se conocieron? —preguntó mi chico, pasando un brazo por mi cintura.
—Oh, pues resulta que en una de mis exposiciones de ropa se había ido la luz, entonces necesitábamos a un ingeniero eléctrico de emergencia, y ahí apareció John; como un ángel del cielo.
—Aquí el único angelito es Roggie —interrumpió Brian, y yo bajé la mirada, sonrojado y sonriente.
—Ah, eso sí que no. John es un angelito muy lindo. Es más, así le voy a decir a partir de ahora; mi angelito.
—¡Hey! No es justo. ¡Yo inventé ese apodo! Además, y con todo el respeto que mereces, John, pero mi dulcecito tiene todas las características de un ángel: ojos azules como el cielo y cabello rubio como el sol. Ah, y una espléndida personalidad —sentenció, y yo lo abracé con más fuerza, sintiendo las mariposas en mi estómago más fuertes que usualmente.
—No te preocupes, Brian —habló John, quien hasta ahora había permanecido en silencio—. De todas formas, Freddie sabe que no soy un angelito.
—¿Freddie? ¿Qué tienes para decir al respecto?
—Que John... John tiene razón. Él no es un angelito. Y yo tampoco. Pero dime una cosa, Bri, ¿Roger sí lo es?
Reí nervioso, escondiendo aún más la cabeza en el pecho de Brian, sonrojado a más no poder, pues la indirecta era bastante obvia.
—Sí —respondió, abrazándome con más cariño.
—No les creo —admitió Freddie.
—De acuerdo, no nos creas.
—¿En serio? Pero viven y duermen juntos...
—Freddie, mejor hablemos de otra cosa —pidió mi novio, creo que notando mi ligera incomodidad.
—Bueno, es que yo no venía a hablar, yo sólo venía por Roger. Así que, andando —dijo, levantándose junto con su pareja del sillón en el que se encontraban.
—¿Mi amor?
—Sí, Brimmi, voy a salir con ellos.
—¿Y por qué no puedo ir yo?
—Es un secreto —susurré, luego de darle un pequeño besito en los labios.
—No me parece correcto que haya secretos entre nosotros, pero está bien. Lo respetaré.
Sonreí y me aparté de sus brazos, poniéndome de pie, movimiento que él imitó después.
—Te amo, mi vida, cuídate mucho, ¿sí?
—Sí, nubecita nerviosa —reí ante su preocupación—. Y yo también te amo.
Le di un último beso que duró bastante más de lo esperado y, después, salí de nuestra casa junto con John y Freddie, dirigiéndonos a un solo lugar.
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🌹El chico del auto rojo 🚗 Maylor
FanficYa no sé qué me gusta más, si el auto rojo o el chico que lo conduce. ✨Ganadora en primer lugar de los Milied Awards en la categoría Fluff✨ Descripción: Una historia un poco demasiado fluff/waff, con el shipp ✨maylor✨ como principal, y en un Roger's...