city full of lonely people | l.h [1]

capítulo 26

Esto no tiene sentido, Caín debe de estar en Nueva York. Todo el lugar me da vueltas, la cabeza me taladra con el fuerte sonido de la música y siento que en cualquier momento voy a caerme. No estoy lo suficientemente ebria como para decir que esto es una imaginación, que mi mente me está jugando de la peor manera. Su ojos se notan oscuros y supe identificar su molestia.

—¿Qué haces aquí? —pregunto con la voz seca, me dolía hablar.

Caín no responde nada, sigue a un escalón de distancia y con la mirada fija en mí.

—Caín...

—Estoy aquí por tu culpa —suelta amargamente—. Por tu jodida culpa y la del rubio.

—No-no entiendo —niego con mi cabeza—. Se supone que estabas en Nueva York...

—¡Pues no! —grita y me sobresalto un poco, se acerca y cierra su mano sobre mi brazo haciendo más presión de lo que debe—. ¡Me jodiste la audición, me jodiste todo! Llegué tarde a Nueva York, no pude hacer nada pues la noche anterior estaba sufriendo porque mi novia me había visto la cara de imbécil mientras se revolcaba con otro.

—Estás lastimándome —la voz se me quiebra—, suéltame.

—¿Te duele? —mas presión— Multiplica eso por cien y más o menos podrás sentir lo que yo sentí cuando me dijiste que te acostaste con Luke.

Me suelta de mala gana y pasa por mi lado, acerca sus labios a mi oído.

—Me volviste mierda mi carrera, yo haré lo mismo con la tuya y con la del bastardo ese —su voz es ácida y un escalofrío me recorre la piel—. Estas advertida.

Y se va.

Me doy vuelta rápidamente y observo cómo se pierde entre los cuerpos que bailan al ritmo de la música. Mis pies no se mueven y el corazón me late con fuerza.

¿Cómo es que yo le jodí la carrera? No entiendo nada...

—¡Brea! —escucho mi nombre y giro mi rostro, Ross me hacia señas desde el VIP.

Sacudo mi cabeza y subo el resto de las escaleras a pasos lentos y torpes, me siento mareada y la verdad las ganas de festejar se fueron en el segundo que vi a Caín. Camino hasta dónde están todos, mi mejor amigo se me acerca bailando y subiendo sus brazos pero se frena en seco cuando me ve, Ross camina rápidamente y me toma por los hombros.

—¿Breanna, qué pasa? —pregunta preocupado—. ¿Qué te pasó?

—Caín —su cejas se unen—, él está aquí.

Ross me abraza y luego me lleva hasta uno de los sillones que hay al final del VIP, nos sentamos y me mareo de nuevo. Escondo la cara entre mis manos y me dan ganas de gritar.

—¿Te hizo algo? —niego rápidamente, si le cuento que me lastimó el brazo Ross probablemente se irá a buscarlo y todo terminará mal—. Breanna estás temblando, te tuvo que hacer algo...

—No, no lo hizo — corto el tema—. No quiero hablar de eso, me quiero ir.

—Le diré a Luke... —lo tomo del brazo para que no se levante y niego con mi cabeza.

—Empezará a hacer preguntas y no quiero —Ross me mira y le suplico que no lo haga, no tengo fuerza emocional como para discutir y hablar.