city full of lonely people | l.h [1]

capítulo 49 [parte 2]

—Hola, sé que es bastante raro que recibas mi llamada pero, necesito hablar contigo. He estado pensando bastante en nosotros y creo que merecemos otra oportunidad.

Dejo un mensaje de voz en el buzón del teléfono de Caín, al dejar de hablar se me hace un enorme nudo en la garganta, aún no puedo creer que todo esto había sido un complot enfermo y retorcido entre idiota 1 e idiota 2.

¡Jefe y ex del año!

Salgo de mi trabajo y conduzco hasta un café que queda cerca de Sunset Boulevard, ahí es en donde mi abogado y yo quedamos para hablar, aún no sé cómo vamos a proceder teniendo en cuenta lo que había oído, pero, lo que sí sé, es que voy a ser una jodida piedra en el zapato de Caín y de Bynes.

Cuando llego al sitio acordado, le escribo un texto al abogado diciendo que lo esperaría en las mesas de la terraza.

—Un café helado con bastante crema, por favor —pido a la mesera que se acerca, la chica toma mi pedido y se aleja.

Observo a la gente llegar e irse del lugar, mis ojos captan a mi abogado y me pongo de pie para saludarlo, Trent Willis es amigo de Alora y ella me lo recomendó porque maneja perfecto los casos de chantaje y acosos, es perfecto para el trabajo.

—Lamento la tardanza, la niñera me canceló a ultimo minuto —se excusa el chico de traje—. ¿Llevas mucho tiempo aquí?

—No, tal vez unos diez minutos solamente —el moreno asiente con su cabeza y saca su laptop del portafolio—. Tengo unas cosas que contarte.

—Empecemos entonces —él pide un café americano y la reunión empieza.

Trent me escucha con atención, de vez en cuando anota algunas cosas y su ceño se frunce mas y mas a medida que le cuento lo que había escuchado en la oficina de Bynes.

—¿Me estas jodiendo? —dice tapándose la boca.

—No, te juro que yo quedé igual que tú —Trent está consternado—. Sabía que Bynes no era de fiar pero de ahí a hacer lo que hizo, es demasiado, ¿sabes?

—Según él sólo quería algo de promoción pero tu ex se volvió psicótico y causó un total escándalo —asiento con mi cabeza—. Bien, me dijiste que estabas sola en el pasillo —de nuevo le digo que sí—. Eso es un problema porque es tu palabra contra la de ellos y conociendo a un tipo como tu jefe, te perjudicaría a ti por oír una conversación privada.

—Lo sé y es por eso que planeo que Caín me diga todo —tomo un sorbo de café y recibo la mirada confundida de Trent—. Le dije que quería hablar con él, lo voy a marear y ¡bum! Cantará como un ruiseñor.

—Brea, no es buena idea —lo sabía—, hay otras maneras.

—Con ellos no.

—Si haces eso muchas cosas pueden ir mal, ¿lo sabes verdad? —afirmo con mi cabeza—. Bien, déjame trabajar en el caso y te estoy avisando, si consigues las pruebas genial para nosotros y si no, hay que trabajar más.

—Tengo fe de que servirá.

—Tu optimismo me da miedo —le ruedo los ojos y el chico sonríe—. Me voy, por favor mantenme al tanto y si necesitas ayuda llámame, conozco sujetos que dan golpizas por $10.