capítulo 50

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Ha pasado una semana desde lo de Caín, Trent me ha dicho que el caso va muy bien y que ya han puesto una orden de restricción, el chico no se puede acercar a mí, ni a Luke, a menos de cien metros. Eso me deja tranquila y de cierta manera me siento más segura. Ahora sólo me falta que el Doctor Malito confiese sus crímenes.

Me encuentro en mi oficina de Modest acomodando las cosas, mi compañera de trabajo me observaba en silencio hasta que luego de uno largos minutos decide hablar.

—Brea, ¿en serio vas a renunciar? —Ophelia me mira con ojos de perrito triste.

—Si, no puedo seguir en este lugar —me acerco a ella y la abrazo—. Te voy a extrañar muchísimo pero pretendo venir a molestarte todos los viernes.

—Pensé que te quedarías para la promoción del álbum —yo igual. Me encojo de hombros y la pelinegra de gafas me vuelve a abrazar—. ¿No hay nada que pueda hacer para que te quedes? Prenderle fuego a la oficina de Bynes ayudaría, ¿cierto?

—Creo que pasaste demasiado tiempo conmigo —ella sonríe y me doy cuenta que realmente extrañaré trabajar con ella.

Ophelia Castle es de las únicas personas en Modest que valen la pena, no tuve que estar mucho tiempo trabajando aquí para darme cuenta de eso y a decir verdad, no la merecen.

—Se me olvidó preguntarte, ¿estás bien? Vi las noticias de lo que tu ex hizo, ¡vaya loco!

—Si, ahora que sé realmente lo que pasó estoy más tranquila —los ojos curiosos de la chica me observan.

—¿Volverás con Luke? —entrecerré los ojos y ella me imita.

—No lo sé.

—¡¿Cómo que no sabes?!

—Fueron muchas cosas, quiero dejarlo pasar pero no estoy lista —en cierta manera, es verdad.

—¿Acaso el amor que se tienen no es suficiente? —su pregunta me deja muda, Ophelia me sonríe y sale de la oficina.

Me quedo de pie frente a mi escritorio con unas carpetas en mis manos. La pregunta de Ophelia realmente me agarró de imprevisto, no supe de responderle porque no sé realmente qué pensar acerca de eso.

Amo a Luke, demasiado diría yo, pero, también está esa pequeña grieta de desconfianza que se hizo por culpa de esto, él no confió en mí y yo de alguna manera, tampoco lo hice.

Sacudo mi cabeza y continúo recogiendo las cosas, se supone que mi reunión con Bynes será a las cuatro de la tarde y ya sólo falta una hora. No estoy muy segura de lo que va a suceder en esa oficina, pero, de lo que sí estoy clara es que, no pretendo pasar un segundo más en Modest.

...

—Brea, el señor Bynes dice que puedes pasar —Kim, otra secretaria del jefe me dice sonriendo.

—Gracias.

Me pongo de pie y doy una respiración profunda antes de abrir la puerta, me tiemblan las manos porque yo no estoy acostumbrada a este tipo de cosas, digamos que nunca en mi vida tuve que enfrentar a mi jefe porque estuvo involucrado en algo que me jodió la vida por un rato.

—Si no salgo en veinte minutos, llama a la policía —digo bromeando y Kim se ríe—. Deséame suerte.

Abro la puerta y la oficina me parece más grande de lo normal, camino con pasos firmes hasta el escritorio de madera en donde mi jefe está sentado, Bynes ve su teléfono con aburrimiento y cuando escucha mi llegada, levanta la vista.

—Mi oficina ahora parece un centro de quejas —dice en modo de saludos— ¿Qué quiere Snearl?

—Hablar —frunce su ceño y da un asentimiento con su cabeza, me señala la silla y tomo asiento.

city full of lonely people | l.h [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora