capítulo 42

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Los días pasan lentamente y mi vida se ha vuelto rutinaria, me despierto temprano, como el desayuno y me doy un baño, me visto para luego irme al St. John a estar con mi mamá. Sobra decir que aún no despierta y los pronósticos ya no son tan esperanzadores, pues los doctores pensaban que si sigue en ese estado, es probable que empiece a a tener fallas en algunos de sus órganos. 

Sierra me acompaña todos los días y tener la presencia de alguien ajeno a mi familia me calma un poco, Lyle se la pasa hablando con sus colegas y haciendo investigaciones acerca del caso de mi mamá; mi padre y yo no podemos estar en la misma habitación sin que alguno de los dos suelte algo para discutir, en la mayoría de los casos, soy yo la que empiezo.

—Brea, ven un segundo —el doctor Gray me pide salir de la habitación, pongo la tableta en el sofá y camino hacia el pasillo.

—¿Sucede algo? —pregunto mientras cierro la puerta con cuidado.

Theo es uno de los encargados del caso de mi mamá, hay diferentes tipos de doctores tratando de averiguar por qué aún no despierta.

—Hoy le harán una cirugía de reparación a una de las válvulas al corazón de Lydia y también, le retiraran un coágulo presente en una de sus arteria —se me hace un nudo en el estómago—. No te preocupes, la doctora Dinah es la mejor cirujano cardiotorácica en todo el sur del país, está en las mejores manos.

—Pues eso es un alivio pero de igual forma no puedo evitar asustarme, hasta ahora las operaciones que le han hecho —Theo me interrumpe ubicando su mano sobre mi hombro.

—Haremos lo que esté en nuestro alcance para que todo salga bien —sus ojos grises me reparan unos segundos y luego desvía su mirada hacia otro lado. 

A pesar del frio color de sus obres, la mirada del doctor es cálida.

El doctor Gray aclara su garganta y acomoda su bata blanca, se pone firme y segundos después aparece Lyle usando un  traje quirúrgico de un azul muy oscuro, casi negro.

—Luke viene en camino —frunzo el ceño, aún el tour no acaba y si fuera así, él me lo hubiese dicho cuando hablamos esta mañana.

—Eso es imposible, el último show se supone que es mañana —tomo mi móvil y veo la fecha.

Maldición, ¿en qué momento ha pasado el tiempo? El último show fue ayer.

—Mierda —suspiro—, tengo la cabeza hecha un desastre.

—No solo la cabeza —Lyle menciona dándome una mirada de arriba a abajo— ¿No has pensado en cambiar tu estilo de vagabundo?

Le doy un vistazo mi atuendo y suelto una risa cuando caigo en cuenta a qué se refiere, últimamente mis looks son conjuntos deportivos de algodón ridículamente anchos, son cómodos, fácil de poner y no me toman mucho tiempo estar lista para venir al hospital.

—Será mejor que te arregles, tú novio súper estrella en cualquier momento aterriza y si te ve así, posiblemente reconsidere su amor por ti —mi hermano mayor se ríe y le ruedo los ojos.

—Luke es fan de mi estilo vagabundo chic, así que no creo que reconsidere nada —el chico rubio chasquea su lengua.

—Tengo que hacer unas rondas, nos veremos después —el doctor Gray se aleja caminando rápidamente.

Busco en mi móvil el chat de mensajes con Luke y le escribo, no espero una respuesta inmediata pues mi hermano me ha dicho que el vuelo del chico ha salido de Vancouver, Canadá, hace unas dos horas y teniendo en cuenta que se tratan de cuatro, aún se encuentra en pleno vuelo.

city full of lonely people | l.h [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora