city full of lonely people | l.h [1]

capítulo 32

Manila es una ciudad realmente fascinante, los colores y la actitud de la gente me ha cautivado. llevamos dos días en Filipinas y los chicos han estado recorriendo la ciudad con el equipo de promoción. En estos momentos estamos abordo de un Jeepney y nos están dando un recorrido por las calles de la ciudad, Dusty, el fotógrafo de los chicos con quien ellos están viajando. se encuentra documentando la visita al país.

—Todo se ve más bonito que en fotos —menciono mientras alzo mi cámara y capturo algunas tomas—. Los colores son simplemente espectaculares.

Luke me sonríe y pellizca el puente de mi nariz, Dusty va a mi lado, así que ambos estamos comparando las fotos en nuestras respectivas cámaras.

—Eres realmente buena en esto Brea —dice dándome los pulgares arriba—. Si algún día te cansas de Modest, fácilmente puedes trabajar en la fotografía como algo profesional.

—Siempre he querido un estudio —menciono pasando las tomas—, pero me gusta trabajar en publicidad así que... —me encojo de hombros.

—¡Tengo demasiado calor, maldita sea! —Calum, que ahora tenía el cabello negro dice dándose aire con las manos—. Me derrito, ¡me derrito!

—Calum, cierra la boca —Michael pide tocándose la cienes—. Pareces un abuelo quejándote, detente.

—Pero, tengo calor... 

—Ya te entendimos las diez primeras veces que lo has mencionado —Luke le rueda los ojos y a mí, me parece de lo más cómica toda la situación.

En los escenarios se ven cuatro hombres rudos e inalcanzables tocando música pero detrás de todo eso, siguen siendo un grupo de chicos que han sido mejores amigos desde hace mucho, que se hacen bromas y que a veces no se soportan pero que son más unidos que nada en el mundo.

—¿Tienes calor, Brea? —el pelinegro pregunta, yo digo que si para darle algo de apoyo moral— ¡Se dan cuenta! Mi amiga también se está cocinando.

Riendo me paso al lado en donde está sentado Luke, inmediatamente pasa su brazo por mi hombro y me atrae hacia él, le doy una sonrisa y vemos las fotos juntos. Hay capturas realmente lindas y otras graciosas, las segundas pertenecían a Michael y Calum, ese par hacen unas cosas que bueno, ni les digo.

—Esta me gusta —Luke dice señalando una selfie de ambos, él la había tomado justo en el momento que yo iba a estornudar, imagínese mi cara...

—Claro, mi mejor foto —le ruedo los ojos y él se burla.

De repente el auto se detiene, el chofer avisa qué hay una pequeña tranca y que debemos esperar a que el tráfico se aligere, Calum obviamente está al borde de un colapso mental, Michael tiene razón, es un peor que un viejo quejumbroso, Luke se da la vuelta y saca la cabeza por la ventana para intentar ver la tranca.

—Hay demasiados autos, esto tardará un rato. —dice el rubio.

Decido bajarme para tomarle unas fotos a un mural que se expone al otro lado de la calle en un negocio de artesanía, abro la puerta y me bajo con la cámara en mis manos.

—¡Bree! —Luke me llama, giro a verlo y me hace señas de que vuelva al Jeep.

Subo mi cámara y tomo las fotografías al mural, es hermoso y lleno de colores, hago otras tomas más y me doy la vuelta para regresar al auto, Luke continua asomado por la ventana y me parece gracioso, así que le tomo algunas fotos.

—Empezaré a cobrarte por cada foto que me tomes —le ruedo los ojos y sigo fotografiando al rubio.

Me ubico cerca del Jeepney y Luke me sigue con la mirada, sonríe con los labios unidos y tomo unas cuantas fotos más.