city full of lonely people | l.h [1]

EL CUMPLE DE MICHAEL

20 de noviembre del 2019

4:30 am

Se organiza la estadía en unas cabañas en Park City, pues, desde hace unas semanas se viene hablando de un pequeño descanso mientras se continua con la gira y para nosotros, el cumpleaños de Michael resulta ser la excusa perfecta. Crystal se encarga de todo, las chicas y yo nos ofrecemos a ayudarla pero al parecer la rubia tiene todo bajo control; había notado que Crystal es experta en organizar y planear cosas, posee una especie de don para hacerlo.

Abandonamos el Pepsi Center de Colorado y partimos en dirección a Utah, afortunadamente nos ha dado tiempo de comprar algo de ropa para invierno pues las cabañas quedaban en medio de un bello paisaje nevado y nadie había empacado abrigos ni botas para la ocasión.

—Oye, ¿me pasas esa manta? —le pido al rubio a mi lado, Luke estira un poco el brazo y nos arropa a ambos con la suave tela color crema—. Gracias.

—Mi mamá me preguntó si pasarías Navidad con nosotros —Luke menciona mientras juega con un mechón de mi cabello.

—¿Pasaré Navidad con ustedes? —le pregunto mirándolo, él se encoge de hombros.

—Es una oferta que ni yo podría rechazar —subo mis cejas y el chico ríe divertido— Piénsalo, ¿sí?

—Lo pensaré.

Luke se acomoda a mi lado y me abraza por la cintura mientras poco a poco se queda dormido, le doy un vistazo a mi móvil y faltan algunas horas para llegar a Park City. Subo la manta un poco más para evitar morir de frío debido el aire del bus y minutos después me quedo dormida.

Llegamos al complejo de Summit Luxury Vacations y la boca casi se me cae de la impresión, ¡joder, esto es un sueño invernal! Lo primero que todos hacemos al bajarnos, es tirarnos encima el montón de abrigos porque la temperatura está  a los voy a congelar grados. Siento el brazo de Luke pasar sobre ni hombro y subo mi mirada para encontrarme con la suya, me da un guiño y empezamos a caminar dentro del lobby.

El interior del lugar es de madera oscura, hay una chimenea enorme que le da calor y luz al lobby, del techo cuelgan unos candelabros de hierro y hay un suave aroma a pino en todo el ambiente cerrado.

 Fácilmente aquí se puede hacer la filmación de una de esas películas de navidad cursis que tanto le gustan a Leighton.

—Hola, reservación a nombre de Crystal Leigh —la rubia se detiene frente a un gran escritorio en donde un hombre de traje y abrigo estaba sentado.

—Bienvenidos, ¿ustedes son los del Grandview? —le pregunta el sujeto a lo que Crystal le da una respuesta afirmativa—. Vengan conmigo, por favor.

Nos guían hasta unos pequeños buses, cada uno se sube y observamos cómo rápidamente ubican el equipaje en el maletero, encienden el motor y hacemos camino hasta lo que será nuestro lugar de estadía. Es imposible resistirme a sacar mi cámara y hacer fotografías del majestuoso paisaje que se abre paso frente a nosotros, todo es tan blanco y la manera en que la nieve cubre los altos pinos, luce simplemente sublime. El bus se detiene y de nuevo me sorprendo al ver la mansión en la que nos vamos a quedar.

El Grandview, es una casa gigante con muros de piedra y construcción moderna que está ubicada en plena colina nevada, a los lados de alzaban unos pinos altísimos y algunos más pequeños. Nos bajamos y casi inmediatamente entramos, una de las razones es debido a el frío.

—¡Esto es asombroso! —Calum dice quitándose el gorro de lana que llevaba puesto— .Crystal, te luciste.

—Me recomendaron el lugar —la rubia habla humildemente—. ¿Te gustó? —la pregunta fue dirigida hacia su prometido.