capítulo 34 [parte 2]

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—¿Y entonces? —Leigh abre sus ojos— ¿Alguien me va a aclarar qué pasa aquí?

—¡Llegué! —Alora se frena cuando ve la escena que protagonizamos— ¿Qué pasa?

—Eso mismo trato de averiguar yo —mi mejor amiga se cruza de brazos— ¡Joder digan algo!

Ross se queda mudo, baja su cabeza y cae de nuevo sobre el taburete. Se escucha un profundo suspiro salir de su boca y empieza a hablar.

—Es cierto —se ríe—. Lo que dijo Brea, es cierto —ahora es Leigh la que suelta una risa.

—Claro, yo te gusto —chasquea su lengua—. Excelente día para hacerme una broma.

—No es una broma —se defiende Ross—. Me gustas mucho y hace tiempo que me di cuenta de que no puedo verte solo como una amiga, ya no.

—Me odias, literalmente no hay un solo segundo en el día en que no estemos peleando, ¿cómo es que dices que yo te gusto? —Leigh camina de un lado al otro.

Esto definitivamente no salió como esperábamos.

—Los dejaremos hablar —digo tomando a Alora por el brazo.

—Ustedes también estaban al tanto de esto, ¿verdad? —ambas asentimos—. Genial.

Ross habla de nuevo y ambas salimos, necesitan privacidad. 

La chica me mira y entiendo lo que me quiere decir, todo salió como no debía salir. Alora y yo caminamos alejándonos y veo que Gwen está sentada hablando con Sierra y las otras chicas. Mis ojos buscan a un rubio vestido de beige pero no lo encuentro, me dan unas raras ganas de fumar así que voy hasta la barra a comprar un cigarrillo y salgo a la pequeña terraza.

La brisa es cálida y agradezco por ello. Calum está de pie son un cigarro en sus manos, el humo sale de su boca lentamente y se mezcla con el viento.

—Hola —anuncio mi llegada, el chico se da la vuelta y me sonríe.

—Hola —le da una calada al cigarrillo—. Luke no está conmigo, en caso de que los estés buscando —niego con mi cabeza.

—No me habla —me encojo de hombros, el chico me mira con el ceño fruncido— y creo que tampoco tiene intención de hacerlo.

—¿Problemas en el paraíso? —pregunta divertido—. Ya se le pasará.

Le doy la primera calada a mi cigarrillo, tenía varios meses sin fumar y me siento algo rara haciéndolo ahorita. Me quedo en la terraza con Calum hasta que los cigarrillos se apagan y vemos la hora, es momento de regresar para cantarle cumpleaños a Leighton.

Entramos y me llevo a Luke por delante, el rubio me toma del brazo para que no me caiga. Su tacto me arde y más cuando ubica sus ojos sobre los míos, Calum pasa por nuestro lado.

—¿Podemos hablar? —pregunto y un nudo se me hace en la garganta cuando Luke no responde—. En serio lo siento.

—No es lugar para hacer esto —me acerca a él y me da un abrazo, me aferro a su camisa e inhalo el varonil aroma de su loción.

No sé el motivo de su abrazo teniendo en cuenta que no estamos en nuestros mejores términos pero tampoco me quejo, sus brazos son el confort que necesito en estos momentos. Luke se aleja y me da una mirada rápida, en sus ojos hay un tinte de preocupación pero la verdad no sé por qué.

—¿Qué pasa? —Luke rasca sus ojos y niega con su cabeza.

Me toma de la mano y me lleva hasta la mesa en donde todos se están acomodando para cantarle cumpleaños a Leighton, el único detalle es que la pelirroja aún no está frente al pastel. Doy una mirada rápida al lugar y no la consigo. Supongo que está hablando con Ross todavía.

city full of lonely people | l.h [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora