city full of lonely people | l.h [1]

capítulo 44

•NARRADOR OMNISCIENTE•

Breanna está terminando de recoger sus maletas para partir al aeropuerto, ya es tiempo de regresar a Los Ángeles, a su trabajo y a su vida en la ciudad. Su madre está mejor pero hace unos días han confirmado que se le ha formado un tumor en la cabeza de Lydia Snearl y que por eso estuvo inconsciente durante dos días. La noticia no es para nada buena, pero a pesar del desesperanzador diagnóstico Lydia se mantiene optimista asegurándole a su familia que estará bien.

—Tengo fe que el doctor Gray y el doctor Gómez me sacaran de esta —la mujer le sonrió de forma perezosa a su hija.

—No quiero dejarte —Breanna se acurruca al lado de su madre y suspira con temor.

—Te espera tu vida en California y tu muy cariñoso novio —la castaña suelta una risa—. Estaremos bien, te lo prometo.

Esa conversación se repite en la mente de Breanna mientras aborda el avión, ubica su asiento al lado de la ventanilla y se queda allí a esperar que el avión se llene y saliera de Houston. Tiene un sentimiento de incomodidad, presiente algo malo pero se obliga a pensar que son sólo nervios por el vuelo.

—¿Está ocupado este asiento? —ella se gira al escuchar esa reciente voz tan familiar.

—¿Theo? —habla con confusión, el doctor Gray sonríe internamente al ver el rostro de la chica y al escuchar su voz.

—Doctor Gray, más respeto. —Breanna pone los ojos en blanco pero luego relaja el gesto, no quiere parecer una amargada—. Te ves enfadada, ¿pasó algo? —el chico pregunta al ver la expresión de Brea.

—No, sólo que odio volar —se excusa ella, no le apetece hablar sobre sus malos presentimientos y menos con Theo, apenas se están conociendo y no quiere asustar al doctor con sus locuras.

—Está bien, buscaré mi asiento y te veré luego —la chica de cabello castaño observa cómo el joven doctor se dirige a unos tres puestos más adelante.

Toma su móvil y decide enviarle un mensaje a su grupo de amigos, uno a Bynes y por último marcó el número de Luke para avisarle que va saliendo de Houston. Hace varios repiques y nada que el chico le contesta, Brea frunce su ceño, pero no le da más vueltas al asunto, posiblemente se el rubio se encuentre en el estudio y está ocupado, cierra sus ojos e intenta relajarse a pesar de todas las cosas que hacen caos en su cabeza.

...

En Los Ángeles, Luke mira  fijamente su móvil y escucha el tono de llamada que tiene determinado para su novia, quiere responderle pero prefiere no hacerlo, no le apetece ser un idiota y hablarle de manera seca.

—Dime por qué es que pareces que traes una nube gris sobre ti —Calum se sienta al lado del rubio y nota que realmente se ve miserable—. ¿Le pasó algo a la mamá de Brea?

Calum quiere saber acerca de eso, pues realmente le preocupa el estado de la madre de su ahora mejor amiga, Luke niega con su cabeza y eso deja un poco más tranquilo al chico, sin embargo no entiende el estado anímico de su amigo y le vuelve a preguntar si pasa algo.

—Planeo terminar con Bree —Luke decide sacarse ese pensamiento de la cabeza, su amigo a su lado se carcajea con fuerza e incluso salen lágrimas de sus ojos.