capítulo 46 [parte 1]

187 27 39
                                    






Si alguien me hubiese dicho que Luke y yo acabaríamos de esta manera, me les hubiese reído en la cara, pero ahora que me encuentro en los brazos del rubio mientras él está dormido me he dado cuenta que lo que había pasado anoche, fue la víspera de una ruptura.

Con mi cabeza apoyada en su pecho escucho perfectamente el latir de su corazón, su piel es suave y cremosa, llena de lunares como siempre; subo mi mirada y el rostro de chico que yo amo es hermoso, la nariz tan perfilada y sus pestañas rubias y largas que caen como cortinas, sus brazos me sostienen junto a él y de nuevo quiero llorar. Este es mi Luke, sé que es él, lo que aún no entiendo es cómo ha sido capaz de hacernos esto.

Quiero liberarme de su abrazo, necesito hacerlo pero me es tan difícil aceptar que si lo hago, posiblemente nunca vuelva a estar en ellos.

Escucho la bulla de mis amigos afuera y medio giro mi cabeza para ver hacia mi ventanal, ya amaneció. Cierro mis ojos y una vez más imagino que todo es una pesadilla y que cuando despierte, las palabras de Luke y mi llanto queden disueltos en el viento, siendo eso solamente, una terrible pesadilla.

Para mi desgracia, la realidad me golpea cuando abro mis ojos de nuevo y todo lo de ayer se repite en mi mente, cada palabra quema y cada caricia se siente distante. Suspiro y como buena perdedora que no sabía que soy, me retiro.

Me pongo de pie, evito moverme mucho pues no quiero despertarlo, así dormido si parece el Luke Hemmings que yo conozco, no el chico que me rompió el corazón hace unas horas.

Con una sábana me cubro el cuerpo y caminando hasta el baño, me tropiezo con la camiseta de Luke, tomo la tela blanca con diseño de Kurt Cobain en mis manos y sonrío tristemente, recuerdo las veces que la he usado. Doblo la prenda que huele a su loción y la dejo encima del escritorio.

Entro al baño y me doy una ducha, el agua tibia calma el dolor de mi cuerpo y dejo que caiga sobre mi cara. Quiero llorar, pero, las lágrimas en un momento de la noche dejaron de salir, ya no hay que llorar. 

Ya lo que temía perder, lo he perdido.

Salgo de la ducha, envuelvo mi cabello en la toalla beige que está sobre la encimera y cubro mi cuerpo con la bata de baño. Al abrir mi puerta me encuentro con un Luke despierto y con la espada apoyada en el espaldar de la cama. Sus cortos rizos están algo despeinados y rasca sus ojos de manera perezosa.

Luke por las mañanas es siempre una bonita imagen de ver.

—Hola —sube su rostro y nos miramos—. ¿Dormiste bien? —me quiero golpear, ¿cómo carajos le voy a preguntar eso?

—Fue la primera vez que dormí bien en días —su voz es ronca, así es cada que se despierta— ¿Tú?

—También —siento que no me puedo mover pero al mismo tiempo, quiero salir corriendo hasta sus brazos pero no es lo mejor, ya no—. ¿Hoy van al estudio?

Camino en dirección a mi armario, necesito mantener la conversación casual y fuera de algún tema de ayer. Luke no me responde y evito volver a preguntar, saco una camiseta y un par de shorts. Me doy la vuelta y choco con el pecho desnudo del rubio. Sus lunares café claro se extienden por la clara piel de sus clavículas. La mano me pica, quiero tocarlos y jugar a hacer constelaciones con ellos, Luke se reía cada vez que yo hacía eso con un bolígrafo. Me duele en lo mas profundo ese recuerdo, ahora esos momentos parecen lejanos.

Pude ver el anillo que le había regalado el día de su cumpleaños colgando en un collar.

—¿Me vas a dejar? —pegunto con la vista fija en su cuello, no me voy a permitir verlo, si sus ojos azules se encuentran con los míos; no saldré con vida de eso.

city full of lonely people | l.h [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora