Capitulo 47

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Amelia observaba su anillo que tenia puesto en uno de sus dedos, aun no se decidía si lo escondería como su collar o lo llevaría con ella, quizás después buscaría un buen lugar para esconderlo. Se había ya calmado ligeramente por lo que había pasado en la Mansión de los Malfoy. Después de haber asesinado a aquel hombre fue a pasear por el pequeño pueblo, donde pudo ver a un par de niños jugando felizmente, no pudo evitar sonreír al recordarse a ella y a su hermano cuando salían al parque a jugar, o más bien ella, porque Tom siempre se la pasaba en su modo serio.

Sería difícil sacar las palabras de Grindelwald de su cabeza «tu destino es invierto» eso quería decir que podía o no morir. Estaba claro que ella optaba por la segunda opción. Siempre decía que ella moriría primero, pues no soportaría ver morir a su hermano, pero ahora esperaba que para eso faltara mucho. Quería ver a todos arrodillados frente a ella, quería estar presente para eso, e incluso pensaba en cómo se vería con una corona, que todos la llamaran "reina" ¿abran existido reyes en el mundo mágico antes? Se pregunto frunciendo el ceño si no es así, entonces seremos los primeros reyes.

Sonriendo, desapareció de aquel lugar para llegar a la mansión de los Malfoy. Al entrar y subir por las escaleras se encontró a Bellatrix que intentaba acercarse a ella para hablar, pero Amelia solo la ignoro y siguió caminando, no se detuvo hasta llegar al despacho, donde se encontró a su hermano sentado en la silla.

— ya iba a mandar a alguien a buscarte— dijo Voldemort viendo a su hermana.

— ¿y bien? dame buenas noticias— se acerco en el momento que su hermano le enseñaba una varita diferente a la suya, esta era mas grande que la suya. Se acerco extendiendo su mano para tomarla— ¿realmente es esta? 

—  por supuesto— se levanto para caminar hasta ella— se siente diferente a las demás varitas.

Amelia sonrió al sentir una pequeña corriente eléctrica recorrerle los dedos—si que lo es— se giro para verlo a los ojos— pero siento que va mas contigo.

— quiero que la tengas tu, Lía.

— no, yo estoy bien con la mía, a demás—tomo su mano y puso la varita en esta—tu la necesitas para matar a ese mocoso, fin de la discusión— dijo al ver que si hermano abría la boca para replicar. Sin esperar nada mas, camino hacia la salida, quería descansar, dormir un poco.

Los días pasaron después de todo aquello, Los Malfoy y Bellatrix no salieron de la mansión, Amelia entrenaba a los nuevos, a los mas jóvenes, quería que ellos fueran mejores que sus padres. Voldemort salía de vez en cuando a buscar algún rastro del chico Potter, o de alguien que pudiera darle información, pero no conseguía nada. Aquel día, ambos hermanos estaban sentados en el despacho hablando tranquilamente, cuando uno de sus de sus seguidores los interrumpió.

— espero que valga la pena— dijo Voldemort observando al mago, que parecía temeroso. 

— mis señores, me han informado que... que hubo un asalto a la bóveda de los Lestrange en Gringotts— dijo sin siquiera verlos a los ojos.

Ambos hermanos compartieron una mirada y se pusieron de pie. Sin decir ninguna palabra se fueron de la Mansión. Amelia apareció en medio de la multitud de duendes, esta coloco sus ojos rojos en cada esquina del lugar, mientras sentía la presencia de su hermano a su lado. Habían pasado un par de minutos desde que se les notifico sobre el robo dentro de la bóveda Lestrange, provocando que no tardaran nada en llegar. El señor tenebroso dirigió sus ojos a cada uno de los duendes, con una maldad que solo irradiaba malicia. 

Este se acerco, mientras escuchaba los jadeos de los duendes al pasar por su lado. Pateo al primer duende que paso por delante suyo, obligando a este a doblegarse ante él. Una multitud de magos hizo un semicírculo cercas de él, siendo liderado por su hermana.

𝙇𝙤𝙨 𝙃𝙚𝙧𝙚𝙙𝙚𝙧𝙤𝙨 𝙙𝙚 𝙎𝙡𝙮𝙩𝙝𝙚𝙧𝙞𝙣 ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora