capitulo 5

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Antes de empezar quiero decir que este capitulo tiene contenido para adultos (no tan especifico), por si a alguien no le gusta leer eso, se lo pueden saltar.

Aclarado eso, pueden seguir leyendo.

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Los días pasaron con normalidad, Tom haciendo sus rondas de prefecto y siendo el alumno perfecto; Amelia seguía cumpliendo castigos que eran para su hermano.

Dos semanas después de la salida de Hogsmeade, Dolían se encontró a Amelia en el séptimo piso.

— hola– la saludo llegando a su lado.

— hola Dolí.

— oye, ya tengo respuesta a lo que me pediste.

— ¿De verdad?– pregunto ella deteniendo su caminar– ¿Cómo lo hiciste?

— pues fácil, le mandé una carta a mi papá diciendo que me investigará sobre los Gaunt...

— ¿Y no te preguntó para que?

— le dije que era para ayudar a una hermosa chica, con todo respeto, y cuando me mandó la respuesta me dijo que no preguntaría para que la querías ni de quién se trataba.

— ¿Entonces ya sabes dónde viven?– pregunto algo impactante.

—  los Gaunt viven justo a las afueras de Pequeño Hangleton, en una cabaña, y según mi padre, tiene dibujado en la puerta una serpiente– explicó él, al ver la explicación en la cara de Amelia, metió la mano en una bolsa de su túnica y saco un pedazo de pergamino– mira, mejor te doy la carta de mi padre, hay vienen todos los datos, así más fácil.

— de verdad, muchas gracias– guardo el pergamino en su mochila– ¿Cómo te lo puedo pagar?

— bueno, he estado pensando en eso y...– dijo acercándose a ella– ¿Qué tal si, con un rato de placer?– pregunto en un susurro, ella abrió los ojos de par en par– claro, sería una excelente manera de pagarme este... favorcito.

Amelia se mordió el labio inferior, sabía lo que pasaría si ella dijera que sí, y, aunque no lo parezca, le daba algo de miedo la idea, también curiosidad; volteó a ver a ambos lados del pasillo y luego regreso a ver a Dolía.

— ¿pero donde sería?– pregunto con su habitual sonrisa de lado.

— mira, justo aquí adelantito, está la famosa, sala de los menesteres, o la sala que viene y va, como quieras llamarle.

— ¿Y hay que?

— ese lugar se puede equipar con lo que más necesites, y nosotros necesitamos una cama y privacidad– Amelia se lo pensó muy bien, después de unos segundos contesto.

— está bien, pero que nadie se entere– ambos caminaron a la entrada de la sala, entraron y si, hay había una cama, un sillón y unas sillas– vaya, si que piensas en todo– se burló ella y se giró para quedar frente a él.

— con su permiso, mi señora– acortó la distancia y, por primera vez, Amelia estaba besando a alguien, era un beso lleno de pasión y lujuria, y eso le encantó a ella; ambos se deshicieron de la ropa del otro hasta quedar solo en ropa interior, Nott la guío a la cama y con cuidado, la recostó en ella, y de nuevo la volvió a besar, sus besos que bajaron a su cuello, y Amelia no pudo evitar soltar un gemido, lo que causó que la erección de él creciera más.

Dolían desabrochó su brasier y quitó sus bragas, él también se deshizo de su bóxer.

— Dolían...yo no...antes yo...– trataba de explicar que era su primero vez y al parecer entendió el mensaje.

— oye, tranquila, seré cuidadoso, ¿De acuerdo?– espero a que ella asintiera con la cabeza, y con eso entro en ella; si, Amelia ya había escuchado a sus compañeras de años más arriba que, al principio era doloroso pero después era lo mejor del mundo, y eso fue lo que pasó, al inicio sintió dolor, pero poco a poco, sintió ese placer del que tanto hablaban, ambos soltaron gemidos, se volvían a besar con tanta pasión, y era lo único que ella sentía, placer, después de unos cinco minutos, Dolían se corrió dentro de ella, y ahora descansaba a su lado, con una manta cubriendo sus desnudos cuerpos.

— creo que mejor ya me voy– hablo ella después de un rato– ya me salte una clase y no quiero que Tom sospeché de nada... ahora... ¿Dónde quedó mi ropa?– pregunto poniéndose de pie, ambos se vistieron en silencio, que rompió Dolían.

— ¿Qué te parece si hacemos algo?

— ¿hacer que?

— que toda aquella información que tú quieras saber, yo te ayudo a conseguirla, sin preguntas ni nada de eso...

— ¿Y yo te pago de esta manera?– concluyó ella.

— exacto– Amelia se lo pensó por unos segundos.

— okey, así le hacemos– dijo estirando una mano para que él la estrechará– pero con una condición.

— te escucho.

— que no le digas a nadie lo que está pasando aquí.

— mmm...está bien, trató– estrechó la mano y antes de que la quitará, Amelia tiro de el hacia enfrente mientras ella se inclinaba para quedar a la misma altura.

— pero escúchame bien, Dolían, si tan solo escucho rumores o algo parecido de que tú y yo nos estamos acostando, te aseguro que conocerás el lado que no todos conocen, y no te gustará para nada conocerlo– su expresión era tan amenazante, que podía hacer temblar, incluso a Grindelwald.

— me estás amenazando.

— yo no amenazó, yo advierto, pero tómalo como quieras– soltó el agarré y se enderezó– nos vemos luego, Dolí– sonrió y salió de la habitación, dejando a Dolían confundido, pero satisfecho.


𝙇𝙤𝙨 𝙃𝙚𝙧𝙚𝙙𝙚𝙧𝙤𝙨 𝙙𝙚 𝙎𝙡𝙮𝙩𝙝𝙚𝙧𝙞𝙣 ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora