La llegada de los miembros de la Orden del Fénix los habían tomado por sorpresa, aunque no duró mucho ya que rápidamente todos dejaron de lado a los adolescentes y comenzaron su pelea con los adultos. Amelia peleaba con Kingsley Shacklebolt, no se sentía tan llena de adrenalina desde hacía tiempo, necesitaba ya sentir eso, de estar en un duelo que sabía ganaría en cualquier momento, aunque su único pensamiento era saber si sus seguidores ya habían conseguido la profesia o saber quién de los adolescentes la tenía para tomarla y largarse de ese lugar.
En el momento que logró arrogar al mago de piel morena uno de sus seguidores que tenía más cercas habló— mi señora— esta dirigió sus ojos a aquel hombre— Dumbledore acaba de llegar.
— ¿que?— Lucius Malfoy señalo hacia una de las puertas donde su antiguo profesor salía, estaba con su varita alzada, su rostro blanco y lleno de
furia. Amelia sintió como la ira comenzaba a recorrerlo el cuerpo, lo que faltaba, pensó ella soltando un gruñido.Dumbledore ya estaba al final de la escalera cuando los mortífagos más cercanos se dieron cuenta de su
presencia y avisaron a los demás. Uno de los mortífagos corrió hacia él, moviéndose como un mono por las escaleras opuestas. El hechizo de Dumbledore lo alejó tan fácilmente y sin esfuerzo como si hubiera sido enganchado por una cuerda invisible.— mi señora, tiene que salir de aquí— volvió a hablar Malfoy. Amelia lo miró de nuevo con él ceño ligeramente fruncido.
— por supuesto que no, no me voy de aquí hasta conseguí la maldita profesia.
— nosotros nos encargamos de eso, usted debe irse ahora que Dumbledore no la a visto.
— ¿y perderme la diversión?— sonrió de lado viéndolo a sus ojos grices.
Lucius hizo una mueca mientras decía con voz preocupada— mi señora....
Amelia rodó los ojos— esta bien, pero si no consiguen la profesia.... — la voz de Sirius Black le interrumpió, resonaba por todos lados.
— ¡Vamos, puedes hacerlo mejor!— Amelia lo observó, vio que peleaba con Bellatrix, esta lanzó un chorro de luz que le dio directo en el pecho al mago, este comenzó a caer hacia atrás, desapareciendo por aquel extraño velo. El grito de victoria de Bellatrix hizo reír a Amelia mientras otro grito se escuchaba.
— ¡SIRIUS!— observó cómo Harry Potter carria en la dirección del velo pero era detenido por un hombre castaño con cicatrices en su rostro.
Sus ojos buscaron a la que consideraba su mano derecha por toda la sala y la vio que corría hacia afuera. No espero a ver que pasaba, Dumbledore ya había puesto sus ojos azules en ella, haciendo una pequeña reverencia con una sonrisa burlona desapareció del lugar como una nuve negra, pasó por encima de todos antes de salir del Ministerio de Magia y dirigirse hacia la mansión Malfoy, al llegar al patio pensó si habia hecho bien en irse antes, suspiro y entró esperando encontrar a su hermano pero, en su lugar sólo encontró a Narcissa Malfoy.
— mi señora— saludo la mujer rubia a notar su presencia.
— ¿y mi hermano?
— a...el señor tenebroso salió hace rato, no se a donde pudo haber ido— contestó apartando la vista de ella.
Amelia asintió caminando hacia el despacho que anteriormente le pertenecía a Lucius Malfoy, se sirvió un poco de Wisky de fuego pensando donde pudo haber ido su hermano, después una idea se le cruzó, debe estar en el Ministerio, le dio un trago a su bebida y se sentó en el sillón esperando que llegarán.
Los minutos pasaban y pensaba si sería buena idea regresar y ver que pasaba viendo escucho escho la voz de su hermano.— no quiero escuchar otra de tus escusas Bella— entro al despacho siendo seguido por, ni la mitad de los seguidores con los que se había ido ella.
— ¿y los demás?
— deben de estar en camino hacia Azkaban— contesto Voldemort sirviéndose un poco de Wisky— y se lo tienen bien merecido.
— no la consiguieron, ¿verdad?— pregunto viendo a Bellatrix que tenía la vista agachada.
— lo sentimos, mi señora, le fallamos, le falle— alzó la vista para verla a los ojos pero después la volvió a bajar— Potter me dijo que se rompió cuand-.....
— ya callate y vete de aquí, dejanos solos— ella y los pocos mortifagos salieron rápidamente cerrando la puerta. Amelia pasó sus manos por su cabellos despeinandolo un poco más— si tan solo hubieron ido yo por ella... si no hubiera confiado en esos inútiles, pero claro, siempre haciendo mal las cosas, siempre fallando a mi hermano, como siempre...— murmuró mas para ella que para su hermano.
Voldemort la miró, caminaba de un lado a otro, hablando ella sola solo le hizo preocuparse, dándose cuenta hasta que grado le había afectado su estadía en Azkaban. Se acercó a ella tomándola por los hombros.
— oye, mirame— los ojos rojizos de Amelia se encontraron con los rojos de su hermano— no fue tu culpa, fue de ellos por ser unos incompetentes, así que no te culpes, tu nunca me has fallado y jamás lo harás ¿de acuerdo?— beso su frente para después abrazarla. Amelia correspondió al abrazo quedándose así.
No importaba que fuera el mago y la bruja tenebrosos más poderosos y temidos de todo el mundo, siempre encontraban esos pequeños momentos donde regresaban a ser solo ellos en todo el mundo, porque siempre era así, solo eran ellos contra todos, sin importar cuantos seguidores tuvieran, solo eran ellos.
Al separarse del abrazo y Amelia habló— que pasó después de que me fuera.
— tuve un encuentro con nuestro viejo profesor de Transformaciónes— ambos se sentaron en el sillón.
— ah, ¿también te lo encontraste?
— si, solo que conmigo si se enfrentó. Cuidando como siempre a Potter.
— dejame matarlo, acabamos con ese vejestorio y asi tenemos el camino más libre ¿si?— pidió como si fuera una niña pequeña provocando la risa de su hermano.
— si, vamos a acabar con él, pero creo que se a quien se lo voy a ordenar— dejo su vista fija en la nada, Amelia sabía lo que significaba esa mirada.
— no te quedes callado, dime.
— es hora que los nuevos mortifagos se unan a nosotros— la miró con una sonrisa en su rostro y un brillo en sus ojos que provocaron que Amelia sonreirá ampliamente entendiendo a que se refería.
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𝙇𝙤𝙨 𝙃𝙚𝙧𝙚𝙙𝙚𝙧𝙤𝙨 𝙙𝙚 𝙎𝙡𝙮𝙩𝙝𝙚𝙧𝙞𝙣 ✔️
FanfictionAmelia: Hey tu, si tú, asquerosa sangre sucia, que haces aquí, no tienes ningún derecho a leer mi historia....a espera, ¿no eres sangre sucia?, Bien, pues si eres mestizo/ mestiza o sangre pura, adelante, me presento, soy Amelia Riddle, la más guapa...