𝙇𝙤𝙨 𝙃𝙚𝙧𝙚𝙙𝙚𝙧𝙤𝙨 𝙙𝙚 𝙎𝙡𝙮𝙩𝙝𝙚𝙧𝙞𝙣 ✔️

Capitulo 24

La unión de los hombres lobos y los dementores era un gran avance, así como cada vez crecía el número de sus seguidores, Tom ya había dado a algunos la marca, los primeros que aceptaron ayudarlos, al hacer eso, solo despertó más la curiosidad de los demás, queriendo tenerla y sentirse importantes entre ellos.

Estaban en la mansión Riddel, habían comprado algunos vinos para celebrar, desempolvaron algunas copas que habían en la gran cantina que tenían, Tom servía dos copas mientras Amelia estaba sentada cercas de la chimenea, hacia algo de frío por lo que sentía rico el calor que le otorgaba, Tom le entregó su copa y sonrió de lado.

— brindemos— dijo alzando su copa.

— porque muy pronto seremos el mago y la bruja más poderosos de Inglaterra y todo el mundo— concluyó Amelia dándole un trago a su bebida.

Tom se acercó más a ella y y le apartó el cabello de su rostro, ambos se vieron a los ojos— lo seremos, y tu, hermana, serás más poderosa y temida que la mismísima Morgana.

Amelia sonrió— y tu también lo serás, más poderoso que Merlín y mas temido que Geller Grindelwald, de eso no cabe duda— bebió de golpe lo que le quedaba en la copa, Tom hizo lo mismo y también sonrió para después  besar la frente de su hermana.

Ya nadie los llamaba por sus nombres, ahora solo eran Lord Voldemort y El Augure. Comenzaron a aceptar no sólo a sangres puras sino también a mestizos que renegaban de sus orígenes muggles. Se les unían porque estaban completamente de acuerdo con sus ideas, otros por poder y conocimiento en las artes oscuras s, pero muchos más se les unieron por miedo y temos, ya que comenzaban con los asesinatos y desapareciones de magos y brujas de los cuales ya no se sabía nada. También comenzaron a crear un ejército de inferis con los cuerpos de aquellos que asesinaban, no importaba si eran muggles o magos.

Mataban y torturaba a aquellos que se  resistían y a los que defendían los derechos de los muggles y sangre sucias, marcaban el cielo con la marca tenebrosa, la cual Amelia se dedico a enséñales, para que supieran que cada día que pasaba tenían más poder en el mundo mágico. Familias enteras fueron eliminadas, otros tantos fueron puestos bajo la maldición imperio para cumplir sus órdenes.

Nadie sabía en quien quien confiar y en quien no, nadie, más que Tom y Amelia, sabían las identidades entre los mortifagos, eran muy pocos los que si las conocían.

—¿ya te enteraste de la nueva?— pregunto Amelia con mala cara entrando al salón donde estaba su hermano.

— ¿que crauch les permitió a sus queridos autores de utilizar las maldiciones imperdonables en nosotros?— le dio un trago a su bebida sin apartar la vista de la ventana.

—aparte— se acercó hasta quedar a un lado de su hermano— el vejestorio de Dumbledore a creado una...organizacion secrella llamaba "la orden del Fénix"— puso los ojos en blanco y le quito el vaso de Tom para babear lo que le quedaba— ahora tenemos que lidiar con ellos.

— ¿como te enteraste?

Amelia se encogió de hombros, camino hacia la cantina para servirse más vino— Bellatrix me dijo, a ella le dijo Antony—puso un momento, Tom frunció el ceño al ver la sonrisa que se formaba en su rostro— ¿creo que le gustas?

—deja de decir tonterías— se acercó a ella y le quito el vaso.

—¿que? Deberías dar gracias que todavía tienes algo de tus encantos, con esa pequeña...transformacion con los Horrocruxes— se quedó callada un momento— es buena bruja, aprende rápido y creo que es mejor que todos esos magos.

— lo dices solo porque es mujer.

— dijo lo que veo. A muchos con los que me e enfrentado en un duelo para entrenarlos es fácil desarmarlos, pero ella no.

— si me he dado cuenta de eso.

Amelia se inclino hacia adelante— la quiero a mi lado.

— has lo que quieras, siempre lo haces— se dio la vuelta y se sentó en uno de los sillones mientras Amelia salia para buscarla y llevarla a divertirse un rato con unos muggles.