Amelia se estremeció al ver el gran castillo de Nurmengard, quizás de día era hermoso, pero en ese momento, de noche y con una tormenta eléctrica, le hizo recordar a Azkaban. Todos los malos momentos, los gritos de los demás prisionero, sus propios gritos cada vez que los dementores se acercaban a su celda, cada uno de los días que paso encerrada en la oscuridad escuchando únicamente las olas del mar chocar contra las paredes y los relámpagos resonar en el cielo.Cerro los ojos y negó con la cabeza mientras murmuraba:— no, no, no, otra vez no... yo no quiero, no...— se sobresalto cuando sintió una manos en sus brazos— ¡no! ¡suéltame!— intentó zafarse del agarre que se volvió más intenso.
— Lía, soy yo, abre los ojos— abrió los ojos para encontrarse con los ojos rojos de su hermano, que la miraba con preocupación, rápidamente se abrazo a él y Voldemort la abrazo con fuerza mientras le acariciaba la espalda— estas bien, estas conmigo y nada te pasara mientras yo esté a tu lado.
Respiro profundo tratando de calmar su corazón, que latía rápidamente en su pecho. Poco a poco se fue calmando y dejando de lado aquellos malos recuerdos, estando en los brazos de su hermano se sentía a salvo.
— ¿estas mejor?— pregunto Voldemort separándose para verla a los ojos.
Amelia asintió con la cabeza— detesto esos recuerdos— dijo entre dientes mientras dirija sus ojos al castillo— acabemos con esto de una maldita vez— comenzó a caminar hacia la entrada siendo seguida de su hermano.
Tom quería quitarle esos recuerdos, liberarla de esas pesadilla que aún tenía, pero sabía que esos recuerdos le ayudaban, le hacían una persona más temida, una persona sin piedad alguna y quería que todos sintieran el dolor que ella sintió estando en aquel lugar.
Subieron por las oscuras escaleras, una enorme capa de polvo amortiguaba sus pasos, lo único que se escuchaba eran los relámpagos.
— ¿Dónde dijiste que se encontraba?— la voz de Amelia resonó en las paredes.
— en la torre más alta— la pelinegra soltó un quejido provocando la risa del mago— por eso te dije que te quedaras, pero tu terca.
— esta bien, ya no me regales, que me siento como cuando teníamos diez años.
— pues tu no has cambiado mucho— rio mas cuando vio como su hermana, sin voltearse, le enseñaba el dedo de en medio. No se detuvieron en ningún momento, Amelia saco su varita para iluminar un poco mas y observar aquel lugar.
— ¿no es aquí donde él vivía?
— es lo que dicen— se detuvo al ver que su hermana se detenía y dirigió los ojos a donde estaba viendo ella. Una enorme pintura estaba en la pared, en ella se podía ver un hombre de cabellos rubios, casi blancos, Amelia levanto mas su varita notando que sus ojos eran de dos colores; uno azul y el otro blanco. Iba vestido con un traje negro y tenia un porte elegante.
— vaya, si que estaba guapo— dijo la pelinegra viendo a su hermano quien rodo los ojos— ¿que? no me digas que no se ve guapo en esa pintura.
— como digas, ahora camina, que ya quiero encontrar esa varita— ahora fue Voldemort quien camino al frente, Amelia observo unos segundos mas la pintura de Grindelwald y después camino para alcanzar a su hermano.
Cuando llegaron a lo que parecía un patio pudieron observar las torres y cuando divisaron la mas alta, ambos se elevaron por el cielo en una nube negra llegando a la ranura de una ventana, primero entro Amelia siendo seguida de Voldemort, ambos observaron el lugar; era pequeño, estaba sucio y en la vieja cama había una figura esquelética que estaba acurrucada bajo una manta, Ambos se miraron y compartían el mismo pensamiento ¿estará ya muerto? Dieron un paso al frente cuando la consumida figura se estiró bajo la delgada manta y se dio la vuelta hacia ellos, abriendo los ojos en una cara cadavérica, el frágil hombre se sentó, con los ojos hundidos fijos en ellos, y entonces sonrió. Le faltaban la mayoría de los dientes.
— Así que han venido. Pensé que lo harían… un día. Pero su viaje ha sido en vano. Nunca la tuve.
— ¡Mientes!— grito Amelia inclinándose para quedar a su altura— no juegues con la poca paciencia que nos queda.
— dinos ahora mismo donde está la maldita varita, Grindelwald— Voldemort poniendo una mano en la espalda de la mujer para que se relajara— y te sacaremos de aquí.
— ¿y que haría yo afuera?— cuestionó el hombre sin apartar la vista de los gemelos— mi tiempo ya pasó, así como el suyo pasará.
— si, pasará, pero para eso faltan muchos años— observó a la pelinegra que no apartaba la vista del viejo mago, pudo ver en su mirada la ira y como su mano se apretaba en el mango de su varita— lograremos lo que tu no pudiste, conquistar el mundo mágico.
— oh, de eso no cabe duda, lo conseguíran pero… ¿a que costo?
— no nos importa si tenemos que matar a la mitad de Londres para conseguirlo— dijo Amelia entre dientes mientras alzaba su varita y ponía en el cuello de mago en la cama— última oportunidad, Grindelwald, ¿donde... Esta... La maldita varita?
Grindelwald volvió a sonreír— Amelia Riddle, El Augure, la bruja que no tiene piedad ante nadie— la observó directamente a los ojos ladeado ligeramente la cabeza— sabes, tu destino es incierto, no como el de tu hermano.
— ¿eso que quiere decir?— pregunto Voldemort razonando palabras que el mago dijo.
— ya lo descubrirán, pero eso sí, deben estar atentos a lo que suceda a su alrededor.
La pasiencia de Amelia se acabó y sin pensarlo, un rayo de luz verde salió de la punta de su varita acabando con la vida de Gellert Grindelwald. Se quedaron en silencio pensando en las palabras que dijo el mago. «tu futuro es incierto» «atentos a lo que sucede a su alrededor» ¿que quería decir?
Pero aquellos pensamientos se vieron interrumpidos cuando Voldemort sintió que lo llamaban y Amelia soltaba un quejido al sentir la marca tenebrosa arder. Llevó sus ojos a la marca notando como se movía y después llevó sus ojos a su hermano.
— ¿que querrán ahora?
— espero y no sea una estupidez— observó el cuerpo sin vida de Grindelwald y después a su hermana— vamos.
Ambos salieron por la ranura por la que entraron y sin detenerse fueron a la Mansión Malfoy para ver el porqué fueron llamados.
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¡¡¡Nuevo capítulo!!!
Espero que les guste.
¿Que habrá querido decir Grindelwald?
¿A caso sabia algo del futuro de Amelia?
¿Que opinan ustedes?Quiero aclarar que, para mí, Grindelwald puede ver ciertas parte del futuro, es una "teoría" que yo misma me invente, así que... 🤷♀️
No olviden votar y comentar.
Nos leemos después. Y no lo olviden:
Toujours pur 🐍💚🖤
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𝙇𝙤𝙨 𝙃𝙚𝙧𝙚𝙙𝙚𝙧𝙤𝙨 𝙙𝙚 𝙎𝙡𝙮𝙩𝙝𝙚𝙧𝙞𝙣 ✔️
FanfictionAmelia: Hey tu, si tú, asquerosa sangre sucia, que haces aquí, no tienes ningún derecho a leer mi historia....a espera, ¿no eres sangre sucia?, Bien, pues si eres mestizo/ mestiza o sangre pura, adelante, me presento, soy Amelia Riddle, la más guapa...