Capitulo 27

900 66 4
                                    

Los meses pasaban y Voldemort se había decidido por fin: iría tras los Potter, Amelia no pudo evitar reír cuando su hermano le contó que Severus le había pedido que no parar a aquella pelirroja, claro que ella quería hacerlo, esa cortada que le había provocado solo la hizo odiara, pero Tom le había dado su palabra al mortifago y sabía que lo cumpliría así que no dijo nada más.

Su informante, Peter Pettriwe les había informado que ambas parejas se esconderia bajo el encantamiento Fidelio.

— por supuesto que el guardián de los Potter va a ser la escoria de mi primo, Sirius— dijo Bellatrix en aquella pequeña reunión que habían formado— tan patético que daría su vida para salvar a esos traidores.

— tranquila Bella, pero si es así, lo averiguaremos— Amelia le sonrió— y si realmente es tu primo, después de sacarle la información, será todo tuyo, así podrás limpiar por fin el apellido de tu familia.

Sabía gracias a ella todo lo que había pasado con los Black, como su hermana se había casado con un sangre sucia y como ese tal Sirius decidió irse con los Potter, también añadiendole la resiente traición de Regulus que, aunque ella misma lo quería matar, nadie sabía de él, es como si la tierra se lo hubiera tragado, pero ya no necesitaba pensar en eso, si seguía vivo, algún día lo encontraria y lo mataría.

No se dieron cuenta de cuán rápido pasaba el tiempo, crecían y creían más, ahora no sólo Gran Bretaña los conocían, sino todo el mundo, algunos magos de América pedian unirse a ellos, los que una vez fueron seguidores de Grindelwald ahora querían ser de ellos.

Pero ahora solo una cosa ocupaba la mente de los gemelos y era en acabar con el que supuestamente derrotaria al señor tenebroso.

— pero aún si llegase a pasar eso Lía, tu seguirías con todo esto ¿no es así?— pregunto una vez Tom, sentado frente a la chimenea. Amelia estaba sentada a su lado.

— ya te lo dije, primero me muero yo antes que tu, no quiero derramar lágrimas— dijo sin mirarlo. Eso le hizo sentir algo en el pecho a Tom, algo que solo ella podía hacer sentir, ese amor de hermanos que muchos hablaban y claro el sentía lo mismo que ella, no le gustaría seguir vivo mientras ella no lo está, habían planeado eso juntos, aunque ella siempre decía que era su idea y ella solo lo apoyaba, sabía que ahora que tenía el poder pensaba diferente, pero si ella le faltaba, no sería lo mismo, no le importo fraccionar su almas más de una vez, no sintió nada, pero si la única persona que ama muere, entonces si lo sentiría.

Amelia vigilaba los pasos de Sirius Black, tratando de descubrir dónde se ocultaban los Potter, tenía un mal presentimiento, quería matar a ese niño ella misma para que a su hermano no le pasara nada. Matara un bebé. Eso sí es inhumano, pensó ella con burla, que más da, nadie sufrirá por eso, hay muchos más.

Se ocuparon de no decir nada a nadie más que no fueran sus más fieles seguidores sobre lo que pasaba: los Lestrange, Malfoy eran los que estaban siempre atentos, incluso Doloho y cruch jr.


1981 llegó, seguían matando, enfrentándose a los autores y miembros de la Orden, algunos de sus Mortifagos eran asesinados o llevados a Azkaban pero aún así eran más y no bajaban la guardia.

Cuando por fin Peter Pettriwe apareció de nuevo junto a ellos les dio la noticia que le habían nombrado a él como el guardián secreto de los Potter, Amelia podía ver que se sentía mal, que se sentía humillado y él le contó una tarde que se sentía opacado por sus "amigos" que siempre se había sentido así. Entonces ella supo porqué estaba con ellos, porque pasaba información, quería sentirse importante y al parecer Tom le había hecho sentir así. Gracias a él habían acabado con algunas familias que se negaban a unirse a ellos como los Mckinnon, o los Prevett.

— sabes, te la has ganado Peter— dijo ella sacando su varita y extendiendo su mano. Él entendió en el acto que se refería a la marca, le extendió el brazo izquierdo— creo que nos tardamos un poco en dártela, pero solo queríamos asegurarnos que tu lealtad estaba hacia nosotros.

— s-siempre será así, m-mi señora— hizo una mueca de dolor cuando Amelia tocó con la punta su antebrazo izquierdo y comenzó a dibujarse la marca.

— bienvendio a tu nueva familia— le acarició el rostro viendo como le brillaban los ojos— aquí siempre serás importante, siempre.



El treinta y uno de octubre llegó, Tom había tomado la decisión de ir esa noche, ya no quería esperar más, mejor ahora que más tarde, cuando ese niño pudiera defenderse.

— ¿Pero porque tienes que ir solo?— pregunto Amelia viéndolo con el ceño fruncido y los brazos cruzados— iré contigo.

— que no, tu te quedas aquí y fin de la discusión— tomo un último trago a su bebida y se giro para ver a su hermana, conocía esa expresión, estaba preocupada— Lía, todo estará bien, recuerda que no me pueden matar tan fácil— ella bufo— regresaré mas tarde, después de esto, vamos a acabar realmente con el Ministerio y acabar esta absurda guerra.

— más te vale—lo vio salir y se sentó en una silla, se sentía rara, sentía una oprecion en el pecho, y si, estaba preocupada. Minutos después sintio otra vez algo en su pecho, eso le provocó acelerarale el corazón y la respiración— Tom.






𝙇𝙤𝙨 𝙃𝙚𝙧𝙚𝙙𝙚𝙧𝙤𝙨 𝙙𝙚 𝙎𝙡𝙮𝙩𝙝𝙚𝙧𝙞𝙣 ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora