En tan solo dos días se irían a Albania en busca de la Diadema de Rowena Ravenclaw y no sabían cuanto tiempo estarían fuera, por lo que entre sus cosas que llevarían al su viaje llevaban una tiendo de campar mágica. Tom aprovecho la muerte de Hepzibal Smith para transformar la copa de Helga Hufflepuff en su tercer Horrocrux y la muerte de un vagabundo para convertir el guardapelos en su cuarto Horrocrux, aún no sabía dónde los esconderia, pero eso no era lo que le preocupaba por el momento, lo primero es que su hermana aún no hacía ninguno y lo segundo es que no iba a ser nada fácil conseguir alguna reliquia que le perteneciera a Godric Gryffindor.
Amelia estaba acostada en su cama observando el guardapelos, escuchaba ese siseo pero no le ponía atención, pensaba en lo que había dicho la señora Smith, como porque su madre lo habría vendido y ni siquiera pidió una gran cantidad por ello, ¿realmente ella sabría lo que era eso? , ¿el valor que tenía? No lo sabría, jamás lo sabría, ella estaba muerta. Suspiro, dejó el guardapelos sabre la cama y se fue a la sala donde estaba su hermano.
- ¿que haces?- pregunto sentándose junto a él, Tom tenía El Profeta en las manos, sin despegar la vista del diario dijo.
- sabias qué piensan nombrar a un nacido de muggles como primer Ministro.
- ¡¿a un sangre sucia?! Vaya, si que este mundo nos necesita, y urgente.
- si, bueno. Ya regreso- dobló el diario y lo dejo a un lado mientras se ponía de pie.
- ¿a dónde vas?- le preguntó con él ceño fruncido.
- iré al callejón Nocturno.
- ¿y no me llevas? Que mal hermano eres- le reclamo entrecerrado los ojos y cabeceando.
- iré rápido, tú mientras sigue practicando aquel echizo. ¿Quieres que te traiga algo?
- si, lus dulces que me gustan, necesitaré una buena dosis para el viaje- le contestó con una sonrisa que a Tom se le a figuro la misma que una niña de cinco años ponía cuando le regalaban algo.
- bien, y por cierto, ¿ya hablaste con el Señor Brogin?
- si, Tom, ya hable con él- se puso de pie- le dije que nos tomaríamos un tiempo, que queríamos seguir el consego de Dipper, viajar, conocer el mundo, divertirnos y ya después regresariamos.
— perfecto. No tardó— dijo saliendo y cerrando la puerta. Amelia camino a la cocina, tomó el plato de galletas y se regresó a su cuarto tumbandose en su cama y tomando un libro y pedazo de pergamino donde tenía anotado varios intentos de hechizos.
Tomó su varita y murmuró su nuevo intento: morsmordia. Nada, sólo unas chispas naranjas, bufo, se le estaba habiendo difícil conseguir el hechizo que quería su hermano, ¿como carajos voy a conseguír que la marca que tengo en el brazo aparezca en el cielo? Se pregunto mientras tachaba el último que había anotado.
Se acostó viendo hacia el techo que lo tenía encantado, haciendo ver el cielo, si había algo que le gustaba de Hogwarts era ver el techo del Gran Comedor, por esa razón aprendió a hacer aquel hechizo y ahora lo tenía el techo de su cuarto. Levantó su brazo izquierdo y observó la marca, le encantaba verla y pensar que muy pronto no sólo ella la llevaría, sino que un gran ejército tendrían el honor de llevarla.
Sonría ente aquel pensamiento, tomó una galleta y le dio una mordida mientras veía sus apuntes, le dio una ojeada al libro que después cerró, suspiro y cerró los ojos, tomó su varita he inconscientemente murmuro: morsmordre. Aún con los ojos cerrados vio un destello verde y al habrirlos la vio, su querida marca tenebrosa, como ella decidió llamarla, flotando en medio de su cuarto, la calavera abría la boca y de ella salía la serpiente en forma de lengua.
Abrió los ojos como buo y sonrió abiertamente, aquella expresión asustaria a cualquiera que la viera, se arrodilló en la cama y empezó a dar saltos como si fuera una niña de cuatro años.
— ¡si, si, si! ¡PORFIN!— grito con alegría, rápidamente anotó aque hechizo para que no se le olvidara, en ese instante escucho la puerta del apartamento abrirse, se bajó de la cama lo más rápido que pudo y llegó a la sala.
— bien, aquí están tus....
— no importa, ven, corre— le interrumpió tomándolo del brazo y arrastrandolo al cuarto, cuando entraron Tom abrió los ojos de sorpresa al verla,se giro a su hermana que aún no había quitado su sonrisa— te lo dije, que lo conseguiría.
Tom hizo algo que no solía hacer, beso su mejilla y la abrazo— ¿cual es el echizo?— Amelia le entrego el pedazo de pergamino y leyó todos los intentos que habia hecho, se sintió orgulloso, más de cincuenta intentos y no se había rendido. No lo diría, pero se lo había pedido solo para fastidiarla, no sabía que en verdad lo consegiria— eres la mejor.
— lo sé— ahora ella dejo un beso en su mejilla, se quedaron observando la marca flotando en el techo.
Muy pronto, todos nos temeran.
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𝙇𝙤𝙨 𝙃𝙚𝙧𝙚𝙙𝙚𝙧𝙤𝙨 𝙙𝙚 𝙎𝙡𝙮𝙩𝙝𝙚𝙧𝙞𝙣 ✔️
FanfictionAmelia: Hey tu, si tú, asquerosa sangre sucia, que haces aquí, no tienes ningún derecho a leer mi historia....a espera, ¿no eres sangre sucia?, Bien, pues si eres mestizo/ mestiza o sangre pura, adelante, me presento, soy Amelia Riddle, la más guapa...