Siénteme ©

🍏 Capítulo XL

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            Capítulo XL

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Aprender es siempre un regalo, incluso cuando el dolor sea el maestro.

—Buda.

Tell me what is wrong.
Tell me what is wrong.
Tell me what is love.
Tell me what is love.

—Song Ji-eun.

Luego de dos largas horas de espera, vimos, con alegría como un doctor salió a darnos noticias de Jaqueline. Se notaba cansado, aunque su agotamiento distaba del nuestro ya que era más físico que sensorial, que emocional. Nos pusimos de pie cuando el comenzó a hablar.

—Mi nombre es Alfonso Camacho, soy uno de los cirujanos a cargo de la operación de la paciente Espinoza. Tratamos ya la fractura deprimida de la joven, con porciones de hueso roto desplazadas hacia el interior de la cavidad craneana; parte del hueso temporal de la paciente se incrustó en su cerebro, esto fue debido al traumatismo, pero la cirugía fue un éxito. Ella está bien, hubo poco daño en el tejido subyacente, además de que no presentó hematomas subdurales que generaran presión intracraneal o lesiones axonales difusas a nivel cerebral. Ahora debemos esperar a que despierte, está en recuperación, luego la dejemos en la unidad de cuidados intensivos durante 24 horas para monitorearla adecuadamente y dependiendo de su respuesta podrá estar un par de días en habitación hasta ser dada de alta —me observó de forma detenida —. Debe reportar el incidente, señor. Ya nos comunicamos con la estación, deben estar por llegar.

—Por supuesto, doctor, se lo agradezco —comprendí poco de lo dicho, capté el "ella está bien" y "debemos esperar" por lo que me iba a aventurar a cuestionar más sobre el estado de Jaqueline, pero, Camilo se adelantó.

—Eso quiere decir que ella está fuera de peligro, ¿Verdad? Usted dijo que estaba bien, aunque verá doctor, de lo que dijo, sólo sé que estará en recuperación, luego en UCI por veinticuatro horas y dependiendo de cómo reaccione la pasarán a habitación, entonces ¿Está fuera de peligro? —repitió, canalizando todas mis dudas.

—En el momento está bien, con los traumatismos en la cabeza hay que tener mucho cuidado y no se está exento de nada. Puede haber sangrado de nuevo, puede despertar con lagunas mentales. Hay varios escenarios que sopesar, pero por ello, lo que sigue en el tratamiento, depende en mayor medida de lo que suceda cuando despierte —percibí como el hermano de Jaqueline destensaba los músculos y se reía viendo al suelo por un instante.

—¿Podemos verla? —ahora fui yo quien habló.

—No, señor, ella está en recuperación, cuando la traslademos a UCI podrán verla durante algunos minutos.

—¿Algunos minutos? —seguía curioso, un sentimiento de alivio comenzó a extenderse por todo mi ser, al igual que se evidenciaba con el mayor de los hermanos Espinoza.

Ella siempre está bien, tuve presente aquella frase, alegrándome por que fuese real, certera.

—Sí, tres personas podrán verla por diez minutos cada uno. Dos veces al día. Las visitas allí son restringidas —Camilo y yo nos miramos, con la duda implícita en nuestros rostros.

—Gracias, doctor —dijimos al unísono. El medico se alejó para volver a su labor.

—Marcos creo que podemos entrar papá, tu y yo. Eres...Bueno, eres su pareja, además por ti está bien.

—¿De verdad crees eso?

—Claro que podemos entrar los tres.

—No, Camilo —me dejé caer de nuevo en la silla, sin duda estaba contento de que mi princesa haya salido bien de la cirugía, pero estaba aún cansado y preocupado por tantas cosas que se salían de mi control, que en ese momento no lo veía así. Allí sentado, una parte interna, seguía sintiendo que era mi culpa esta situación —, me refiero a que ¿De verdad crees que ella está bien gracias a mí? ¿No crees que, de haber estado con alguien que no tuviese que esconderse, otra agua llevaría la corriente? —levanté la cabeza para observarle pues él seguía de pie.