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Dongmin abrió los ojos repentinamente. Un gran mareo se estaba instalando en su cabeza y la pesadez con la que cargaban sus ojos era tanta que juraba que en cualquier momento iba a caer rendido otra vez.

Un gran malestar estaba por todo su cuerpo, haciéndolo sentir mal en demasía. Sentía sus órganos revolotear dentro de sí mismo y que en cualquier momento iba a expulsar una gran cantidad de vómito. Su garganta estaba seca y ardía, provocando que las arcadas que había comenzado a tener le duelan más de lo necesario.

Comenzó a toser un poco de sangre, sintiendo como esta se esparcía por sus labios y un poco por su mentón.

Trató de sentarse como podía, sintiendo gran dolor en su columna vertebral. La cabeza le daba vueltas y sus manos y piernas estaban adormilados.

La mente de Dongmin hizo un repentino click, siendo así como los recuerdos de aquella gran explosión proveniente de Jinwoo, y las borrosas imágenes de una cierta persona en particular aparecieran en su cabeza antes de que estas se comiencen a hacer más confusas de lo que ya eran.

Sintió una punzada en su cabeza, haciendo que su mano derecha vaya por encima de esta para tratar de presionar un poco y así amortiguar el dolor. Cosa que claramente no funcionó.

—Moonbin.

Susurró de repente haciéndolo saltar de su lugar.

Detuvo todos su movimientos en un instante. Una gran tormenta de sentimientos encontrados que hacía tiempo no sentía comenzó a albergar su muy inestable corazón.

Los viejos recuerdos que tenía junto a aquella persona que acababa de mencionar sin querer comenzaron a inundar su memoria. Uno tras otro sin detenerse.

La sonrisa que este mismo tenía cada vez que lo veía, los lindos besos que ambos se habían dados en ciertas ocasiones, las caricias, las dulces palabras, la melodía de su voz, su tacto en su frágil cuerpo. Todo, absolutamente todo estaba volviendo a él luego de 7 años en los que había tratado de cerrar ese ciclo en su vida. Tratando de convencerse a sí mismo que nunca más lo volvería a ver en los siguientes mil siglos, o lo que dure se destrozado ser.

La promesa que le había hecho a Lucifer, no era una como tal, tambien era una maldición, o al menos para él. Porque cada vez que Dongmin recordaba aunque sea un ligero fragmento de Moonbin, su corazón se apretujaba tanto que sentía que iba a explotar y que en cualquier momento iba a morir.

Ligeras lágrimas comenzaron a deslizarse por sus suaves y tersas mejillas levemente acaloradas. Sentía sus ojos picar y su respiración entrecortarse por momentos. Mientras que un hipeo se comenzaba a hacer presente.

Con una gran debilidad dentro de él, y con los sentidos muy poco desarrollados en ese momento, trató de levantarse, apoyando una de sus manos en el suelo y logrando colocarse de pie, pero eso no duró mucho porque sus propias piernas le estaban fallando y al final terminó por caer de rodillas al esponjoso suelo.

¿Esponjoso?

Dongmin en ese momento cayó en cuenta de que no estaba en la ciudad.

¿Qué era este lugar?

Desde que había despertado había sentía una ligera brisa de aire fresco, pero en ese momento no le tomó importancia debido a que creía que era la brisa marina de toda la ciudad que se encontraba inundada. Tampoco había notado el resplandeciente cielo azul y con esponjosas nubes a su alrededor, en vez de ese mugroso techo de concreto con grandes grietas y que soltaba bastante polvo como adicional.

¿Tan distraído había estado? Al parecer sí, porque cuando abrió sus ojos con amplitud, tuvo que taparse levemente la vista con su mano debido al resplandeciente sol que alumbraba con tanta gracia y esplendor.

𝙼𝚢 𝙰𝚗𝚐𝚎𝚕 & 𝙼𝚢 𝙳𝚎𝚖𝚘𝚗 ➋ || '𝔅𝔦𝔫𝔴𝔬𝔬'Donde viven las historias. Descúbrelo ahora