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BTS parte ocho - Ayúdame.

Miguel sonreía con soberbia mientras veía a Jinwoo de rodillas al suelo encima de una pequeña plataforma circular blanca con sus manos atadas a unos pequeños grilletes que estaban pegados al suelo.

—¡Mierda! —gritó Jinwoo sintiendo como el guarda que se encontraba tras suyo volvía a dar un nuevo latigazo en su desnuda espalda.

Lo único que Miguel hizo fue reír un poco cruzándose de brazos.

—Ya no te haces el valiente ¿No? Haber si así aprendes a conocer cual es tu lugar. —un guardia interrumpió la sesión de castigo entrando por la puerta.

—Miguel, el Señor lo está llamando.

—Dile que ya voy. —dicho esto se retiró—. Otro. —un latigazo más aterrizó en la espalda del contrario—. ¿Algún ultimo deseo Jinwoo?

—Sí, lo tengo. —respondió con firmeza—. Vete al carajo. —levantó su dedo medio como pudo haciendo sacar una mueca a Miguel.

—No eres más que una simple escoria. Tuviste suerte al seguir con vida luego de beber la cicuta, admirable, lo acepto. ¡Pero cómo te atreves a venir al cielo sabiendo que fuiste expulsado por los jueces! Me repugnas Sariel. —su voz resonó por aquellas gigantescas cuatro paredes—. Me voy, y al volver, yo mismo me encargaré de asesinarte.

Miguel se retiró de la habitación, dejando únicamente al guardia y a Jinwoo.

Este último tragó duro aguantándose las lágrimas. Tenía que buscar la forma de escapar de ahí, no podía permitirse el que Miguel lo mate, no cuando tenía un pequeño ángel llamado Dongmin del que cuidar.

El sonido de los pasos del guardia detrás suyo acercarse lo alertaron. Tensó su cuerpo y aguantó la respiración para oír atentamente cual sería el siguiente movimiento del contrario. Si se acercaba lo suficiente quizás pueda golpearlo con su cabeza y recuperar las llaves.

Esperó con cautela al que el contrario se encontrara lo suficientemente cerca, este corrió delante suyo colocándose de rodillas frente a él y comenzó a retirarle los grilletes en sus muñecas.

—Sí que te has metido en muchos líos, Jinwoo. —al levantar su rostro, pudo ver que dentro de aquél casco metálico se encontraba un amigo muy cercano a él—. Ha paso un tiempo desde la última vez que nos vimos.

—Remiel. —pronunció sorprendido—. Creí que estarías en algún misión o algo así. ¿Cómo te enteraste que volví al cielo?

—¿Que cómo me enteré? Por favor, con el gran escándalo que armaste tú y ese demonio cómo no me iba a enterar. —los grilletes cayeron al suelo y Jinwoo sobó sus muñecas enrojecidas—. Tengo una sorpresa para ti.

—¿Sorpresa?

La puerta fue abierta lentamente, mientras que un tímido ángel de cabellos rubios comenzaba a ingresar tembloroso.

—¿M-Me citó usted arcángel Remiel? —dijo este tragando duro por los nervios y colocándose recto.

Jinwoo perdió el aliento al ver al contrario. Las lágrimas no tardaron en salir de sus ojos completamente abiertos mientras que de su boca no era emitido sonido alguno.

𝙼𝚢 𝙰𝚗𝚐𝚎𝚕 & 𝙼𝚢 𝙳𝚎𝚖𝚘𝚗 ➋ || '𝔅𝔦𝔫𝔴𝔬𝔬'Donde viven las historias. Descúbrelo ahora