Maratón 3/5
—Es... reconfortante estar aquí. —comentó Dongmin con voz baja, apoyando su cabeza en el pecho del contrario y sonriendo.
—Si. Y mucho más cuando estoy junto a ti. —aquél comentario por parte de Moonbin hizo reír al menor, el cual solo cerró sus ojos y dejó que este jugara delicadamente con sus cabellos.
Ambos, acostados en el césped en medio de un gigantesco campo de flores, disfrutaban la compañía del otro, sintiendo sus cuerpos estar juntos y sus voces resonar. Eso hacía tranquilizar a ambos.
Curioso. A Dongmin se le hacía familiar este campo de flores. ¿A ustedes no?
Moonbin por su parte, con un brazo detrás de su cabeza, contemplaba el cielo lleno de algunas cuantas nubes esponjosas que daba pase libre a la luz del sol la cual llenaba ese campo en su totalidad. Era tan... pacífico ese lugar, que no quería irse nunca.
Suspiró, mientras que veía como el cabello de Dongmin se desordenaba por su pecho debido a las fuertes brisas. Sonrió de lado y una cálida sensación en su pecho apareció de repente.
—Tu cabello me da cosquillas. —pronunció bajo Moonbin, retirando el cabello de Moonbin que chocaba contra su cuello.
Dongmin solo levantó la mirada, posando su mentón en el pecho de Moonbin. Se vieron a los ojos por unos cuantos segundos, y luego Dongmin se impulsó un poco, posando sus labios sobre los del otro, iniciando un dulce y lento beso que ambos disfrutaban en demasía.
Moonbin tiró del cuerpo del contrario, haciendo que se suba encima de él y colocando sus manos en su cintura, apresándolo con estos. La sensación de tener a Dongmin con él lo hacía ponerse feliz. No sabía como explicarlo con palabras. Pero lo que si podía decir, es que no quería separarse del contrario.
Dongmin se separó sonriendo, y seguidamente plantó unos cuantos besos en las mejillas de Moonbin finalizando con uno pequeño en la punta de su nariz. Este último la arrugó cerrando sus ojos, cosa que le pareció una acción super tierna al de arriba.
—Tengo hambre. —Dongmin suspiró, levantándose y poniéndose de pie mientras se limpiaba las hojas del césped que se le habían pegado a la ropa.
Moonbin se levantó, asintiendo y besando la frente de Dongmin. Sus alas aparecieron desde su espalda, al igual que las de Dongmin. Luego de unos segundos admirando a su pequeño, le dio la espalda comenzando a caminar, tratando de ubicarse y pensando en qué dirección ir.
Dongmin, por el contrario, se dedicó a mirar el campo de flores que eran llevadas por el viento en ciertas ocasiones. Caminó un par de pasos, alejándose de Moonbin el cual parecía estar perdido.
Las flores bajo de él le hacían cosquillas en las puntas de sus alas, haciéndolo reír. Pero en un instante poco previsto, un fuerte murmullo camuflado en aquella brisa que viajó por su lado se oyó, haciéndolo detenerse y enarcando una ceja.
Miró hacia atrás, notando que Moonbin estaba demasiado lejos como para que se le oyera un murmullo, y nadie más aparte de ellos se encontraba en aquél campo.
Comenzó a subir aquella pequeña colina que había frente a él.
Volvió a fijarse a sus alrededores, cerciorándose de que ningún animal o persona se encontraba con ellos. Entonces... ¿Escuchó mal?
—Esas alas no son tuyas, Dongmin.
Miró hacia su tras, asustado y con la respiración algo alterada. Esa frase... esa frase la había oído antes.
El pánico llegó a su pecho, haciendo que su garganta comenzara a cerrarse y el aire que llegaba a sus pulmones disminuyeran. ¿De dónde venía esa voz? Quería saberlo, quería saber de donde provenía, de quién era el origen de aquellas palabras que causaban grietas en su cabeza.
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𝙼𝚢 𝙰𝚗𝚐𝚎𝚕 & 𝙼𝚢 𝙳𝚎𝚖𝚘𝚗 ➋ || '𝔅𝔦𝔫𝔴𝔬𝔬'
FanfictionContinuando con la historia anterior, luego de que Dongmin tuviera que abandonar a Moonbin solo para quedar al borde de la muerte y sin poder hacer nada por Jinwoo, quien se encontraba muy herido, nos encontramos varios años después en donde ocurren...