𝙼𝚢 𝙰𝚗𝚐𝚎𝚕 & 𝙼𝚢 𝙳𝚎𝚖𝚘𝚗 ➋ || '𝔅𝔦𝔫𝔴𝔬𝔬'

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Todos estaban asustados.

Podían ver como el inerte cuerpo de Ryujin se encontraba desde lo más alto de aquél pico de hielo que había salido de la nada. La sangre se esparcía por todo el hielo hasta caer al suelo, y otra parte goteaba desde su cabeza, manos y piernas.

Tzuyu, sonriente, se levantó moribunda del suelo de forma lenta apoyándose de sus manos. Empezó a reír de forma psicópata mientras miraba el cuerpo de la contraria encima suyo. Abrió la boca de forma desesperada dejando así entrar todas las gotas de sangre que caían del cuerpo de Ryujin al suyo.

Su vestido blanco se empezaba a tornar de un color rojo y su rostro se manchaba de igual forma. Sanha lo veía horrorizado.

¿Entonces... los ángeles no son buenos?

Nunca lo creyó. Siempre confió en los típicos estereotipos de que un ángel era un ser de pura bondad y belleza, pero ya ve que estaba equivocado.

Estos, al igual que los demonios, poseían ira en su interior. Ansiados de poder, de estatus, de venganza. Eran igual, o mucho pero que un demonio. 

Sus ojos se encontraban rojos, derramando un par de lágrimas por el miedo y la impotencia que sentía en aquél momento. Su hermana había muerto frente suyo y él no hizo nada para evitarlo.

Tengo que buscar a Rocky, tengo que ir con él.

—Con que Rocky eh... —Sanha quedó paralizado al oír aquello.

—¿L-Lo conoces? —preguntó con temor mientras la veía sonreír con los dientes ensangrentados.

—¿Conocerlo? ¡Por supuesto que si! —habló sonriente—. Rocky es alguien muy cercano a Moonbin, ¿sabías?. Pero me había olvidado de él al ser alguien tan insignificante para mí. —chasqueó la lengua—. Pero gracias a ti y a tu linda cabecita me hicieron acordar de él. —comentó con burla—. Él será un excelente candidato para lo que tengo en mente...

—¡No!¡Déjalo a él, no te le acerques! —gritó desesperado mientras hacía ademanes irregulares con sus manos.

—Cariño... —Tzuyu apareció a centímetros de Sanha asustándolo y haciéndolo retroceder, pero esta fue más rápida y lo agarró de las mejillas fuertemente haciéndolo mirarle a los ojos—. Tú no eres quién para decirme que hacer, nadie lo es. ¿Entendiste? —habló con claro enojo los cuales se veían reflejado en sus ojos.

—S-Sanha... —la somnolienta voz de Yuna le había hecho girar la vista. Esta se encontraba con el cuerpo prácticamente destrozado y cubierto de sangre por doquier. Aunque sea un demonio, sus habilidades regenerativas iban a tardar mucho en curar todo eso.

—Oh... creo que las mataré a ellas también. —Tzuyu sonrió de lado al verla.

Sanha abrió los ojos por aquellas palabras que había dicho la contraria. No, eso si que no lo permitiría. Ya había perdido a una de sus hermanas por su culpa, no dejaría que otra más caiga en manos de ella, no en su presencia.

Se armó de valor y tomó fuertemente la muñeca de la contraria haciéndole dirigir su mirada nuevamente haca él. Con gran determinación y rapidez, tiró su brazo hacia atrás con bastante fuerza haciéndola retroceder levemente a ella también.

Tiempo suficiente para que con una simple ráfaga de aire pasara sobre ellos levantando así la chaqueta larga de Sanha revelando todas sus dagas haciendo abrir los ojos a Tzuyu en señal de alerta.

Todo paso demasiado rápido, pero en menos de un instante, decenas de sus dagas ya se encontraban incrustados en el cuerpo de la contraria haciéndola sangrar por todas partes.