𝙼𝚢 𝙰𝚗𝚐𝚎𝚕 & 𝙼𝚢 𝙳𝚎𝚖𝚘𝚗 ➋ || '𝔅𝔦𝔫𝔴𝔬𝔬'

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—¡Corre más rápido! —gritó aquél chico asustado mientras corría por los oscuros callejones de la ciudad.

—¡No te alejes tanto Mingyu! —gritó el que se encontraba detrás suyo tratando de seguirle el paso.

La noche se encontraba fría y las calles se encontraban completamente vacías debido a las altas horas de la noche. Ambos chicos se habían retirado del bar en el que estaban, pues se sentían vigilados a más no poder, y así fue.

Ambos se encontraban corriendo por las afueras de la ciudad en aquella oscura noche. La luna llena se encontraba tapada casi en su totalidad por las nubes dejando poca visión para aquellos chicos quiénes corrían por sus vidas.

Se dirigían a lo que parecía ser una zona de almacenaje abandonado cerca del muelle. El estado de aquel sitio estaba en pésimas condiciones, la mayor parte del metal del exterior se encontraba oxidado.

Sin dudarlo y con miedo a flote, ambos chicos se metieron al lugar con la esperanza de escaparse de aquello que los estaba siguiendo desde hace ya un buen rato. No sabían quién o qué era, pero era bastante rápido.

Se escondieron entre las grandes cajas mientras poco a poco avanzaban hacia el fondo, teniendo cuidado de golpear algo que produzca ruido alguno. La iluminación era bastante escasa, apenas y lograban distinguir sus propias manos.

Escucharon como algo caía de pie en los barrotes de metal ubicados en el techo mientras veían como una sombra se veía por en medio del gran agujero que había en este.

Se detuvieron en seco escuchando atentamente cada movimiento de aquella cosa que los seguía. Se sentaron en el suelo detrás de unas cajas mientras se mantenían juntos a cada momento y se pegaban lo más posible a este. Sus manos tapaban sus propias bocas para evitar soltar algún llanto, pero les era difícil sabiendo que algo estaba acechándote en plena oscuridad y que apenas los encontrase podría matarlos.

Abrieron los ojos de par en par al oír como aquella cosa caía al suelo en medio del almacenaje haciendo retumbar el suelo por unos instantes. Estaba a solo unos pocos metros detrás de ellos.

Se escuchaba algo arrastrarse, como si de una serpiente se tratara. La pesada respiración de la criatura era bastante sonora, sus pasos eran erráticos y al parecer no tenían rumbo fijo. Parecía que solo caminaba en círculos.

—Iré por el otro lado...y lo distraeré. —susurró Mingyu señalando el pasaje oscuro de su izquierda el cual estaba rodeado de estantes con cajas y demás cosas que eran poco distinguibles.

Empezó a gatear lentamente hasta llegar al final del pasaje, estuvo a punto de dar la vuelta en aquella esquina pero un fuerte gruñido lo hizo temblar del miedo deteniendo todos sus movimientos y paralizándolo. 

Empezó a palpar el suelo desesperado en busca de algo con lo que pueda defenderse encontrando así una barra de fierro cerca de él. Su frente se hallaba sudorosa y sus manos igual, su corazón latía de forma rápida y apenas podía mover sus pies.

Con dificultad, decidió volver a donde estaba su acompañante de forma lenta pero segura, evitando hacer cualquier ruido.

—Oye... —susurró, mas no recibió respuesta alguna—. ¿O-Oye estas ahí? —preguntó con temor tocando el suelo y notando que no estaba.

¿Dónde te metiste?

Agudizó su visión lo más posible y miró hacia todos lados, pero era completamente inútil, no lo veía por ninguna parte.

Suspiró pesadamente y se apoyó contra las cajas detrás suyo juntando sus piernas a su pecho y sin soltar el trozo de metal en sus manos. Un par de lágrimas salían de sus ojos de tan asustado que estaba.