𝙼𝚢 𝙰𝚗𝚐𝚎𝚕 & 𝙼𝚢 𝙳𝚎𝚖𝚘𝚗 ➋ || '𝔅𝔦𝔫𝔴𝔬𝔬'

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[ Aclaración: Esto sucede luego de la muerte de Ryujin y Yeji en el muelle ]

—¿Cuándo crees que volverá Rocky? —preguntó aquella gárgola, arrancando el brazo del ciervo para devorárselo de un solo bocado, y dejando que la sangre se escurra por todo su cuerpo.

—No lo sé. Ha pasado un tiempo desde la última vez que lo vimos. Debe de estar saldando cuentas con Lucifer. Sabes que siempre ha sido algo rebelde. —respondió Wonho, oyendo las hojas crujir bajo suyo del bosque que estaba cruzando el páramo desértico del aquelarre—. ¿Has descubierto a quién le pertenecía este aquelarre antes? Recuerdo haberte pedido que investigaras.

—Lo hice, señor. —respondió, volando hacia un árbol y comenzando a saltar de rama en rama mientras cuidaba los alrededores—. Al parecer hubo un ángel viviendo ahí.

—¿Un ángel dices? ¿Cómo los que encontramos muertos aquí en el bosque? —la gárgola negó.

—Era distinto. Los que encontramos muertos estaban siendo controlados, de alguna manera. El que vivió en el aquelarre estuvo junto a un demonio. Al parecer ambos convivían juntos.

Wonho se detuvo lo miró. Su ceja alzada y una mirada de confusión era bastante evidente en su rostro, demostrando que no podía creer las palabras que habían salido de la gárgola.

—Aunque eso fuera verdad... ¿Cómo se explica los cientos de cadáveres que encontramos debajo del lugar? —preguntó, retomando su andar y comenzando a sentir como un frío abrumador abrazaba su cuerpo.

—Por lo que vi, pude deducir que quizás Lucifer le haya encargado a las brujas que con las almas de los inocentes creen un... intermediario. De otra forma no podría explicar el por qué se usaron tantas almas. ¿Pero qué no se usaban almas de bebés para crear uno? —Wonho asintió.

—Si. Pero son brujas, no Lucifer. Quizás hayan creado algún conjuro para poder crear uno a partir de las almas de los adultos y no de los bebés. Sabes lo ingeniosas que son.

La gárgola asintió, pero segundos después se detuvo en seco al escuchar como una hoja crujía detrás de ellos. Volteó su cabeza con rapidez, agudizando sus cuatro ojos los cuales eran rojos brillantes. Miró por todos los alrededores, pero al final no encontró nada.

Quizás haya sido el viento.

—¿Entonces eso significa que ahora Lucifer puede crear un intermediario a partir de las almas de la gente mayor? ¿Qué significaría eso, mi señor? —volviendo a retomar sus saltos, se adelantó unos cuantos metros más a Wonho para cerciorarse de que estuvieran completamente solos. La sensación de ser observados le estaba comenzando a fastidiar.

Wonho suspiró, tensando su mandíbula. A veces los planes de Lucifer definitivamente estaba fuera de su comprensión. Podía ser completamente aleatorio. Pero todos, absolutamente todos, tenían un objetivo.

—Poder. —respondió—. Un intermediario que le permitiría a su portador un poder que quizás no se haya visto antes. ¿A quién crees que se lo haya dado?

—Posiblemente a Moonbin. Aunque Rocky no se queda atrás. Sinceramente yo creo que debería dárselo a usted, mi señor. —le miró, viendo como sonreía algo avergonzado—. Usted es muy poderoso.

—Vamos. No digas cosas como esas. —A Wonho le agradaba esa gárgola. Había sido criado con él desde que fue un pequeño apenas. Era como su padre. Le enseñó todo lo que necesitaba, lo cuidó y lo alimentó. Era lo más cercano a una familia que tenía.

Junto con Hyungwon. Pero él ya no se encontraba más con ellos debido a los cazadores.

La gárgola rio de forma bajita, quedándose un poco atrás mientras veía a su señor avanzar. Lo había visto crecer desde que Lucifer lo dejó a su cuidado. De cierta forma lo hacía... feliz.