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La noche se encontraba silenciosa. El oleo del viento chocaba delicadamente contra el rostro de Sanha, el cual se encontraban en la punta del borde un edificio observando toda la ciudad desde ahí. El frio le llegaba hasta los huesos y esa delgada chaqueta negra de cuero no lo abrigaba lo suficiente.

Su mirada se encontraba apagada, mientras que un gran sentimiento de vacío, tristeza, angustia, consternación e impotencia albergaban su pecho, culpándose cada vez más por la muerte de sus dos queridas hermanas que trataron de luchar con Tzuyu.

¿Tzuyu?¿Quién era Tzuyu? Sanha no tenía ni la más mínima idea de su existencia ¿En qué momento apareció?¿Cuál era su propósito? La cabeza le daba vueltas de tan solo pensar en alguna respuesta para aquellas preguntas.

Pero de algo si estaba seguro. La odiaba, la odiaba con todo su ser. Le quería matar, le quería hacer sufrir y cobrar venganza por sus hermanas caídas.

Apretó los puños mientras dejaba caer una gruesa lágrima por su mejilla derecha la cual fue llevada por el fuerte viento segundos después. Cerró los ojos y trató de tomar aire calmando su alborotado ser el cual no parecía querer ceder.

Oyó la puerta de metal que se encontraba algunos metros detrás de él ser abierta, seguido de suaves pasos que cada vez se aproximaban hacia él. Se mantuvo estático, sin hacer algún movimiento, en ese momento nada le importaba.

—Yo también las extraño. —habló Yuna colocándose a su costado y cruzando sus brazos mientras veía a Sanha estar de pie en el borde—. Eran mis hermanas después de tod-

—¡Y las mías! —gritó con dolor—. Y también eran las mías... —bajó la mirada, y empezó a derramar bastantes lágrimas sintiendo su corazón estrujarse.

Yuna se acercó a él y lo tomó del brazo, trayéndolo hacia abajo para luego darle rápidamente un fuerte abrazo. Sanha se apegó todo lo que pudo a ella, no quería estar solo, quería estar con sus hermanas, quería volver a estar con Rocky.

—Las extraño mucho. —comentó con gran tristeza entre sus sollozos.

Yuna solo se limitó a asentir y a respirar hondo, tenían que buscar alguna forma de salir hacia adelante. Sabe que será bastante difícil para Sanha poder lograrlo, pero ella estará a su lado en todo momento, ella sería su pilar.

—Ven, vamos adentro, tienes que descansar. —dio la vuelta y empezó a llevar a Sanha lentamente hacia las escaleras de aquel edificio. Este en ningún momento se atrevió a levantar la mirada, se hallaba perdida mirando fijamente el suelo.

—¡Sanha!

Paró en seco al oírlo de nuevo, Yuna lo miró confundido mientras ladeaba la cabeza preocupada viéndolo estático en medio de las escaleras.

—¿Sanha?¿Qué sucede? —preguntó mientras este abría la boca como si fuera a articular palabra alguna, pero nada salía—. Oye...

—R-Rocky.

—¿Rocky? Sanha... ya hablamos de eso. —comentó algo decepcionada por el contrario. Yuna sabía que Sanha debía de superar a Rocky, tarde o temprano, no le hacía ningún bien.

—¡Sanha, ayúdame!

El castaño abrió los ojos asustado al oír aquellas palabras ¿Ayuda?¿En que momento? Su corazón comenzó a latir de forma desenfrenada mientras un frío sudor comenzaba a recorrer toda su espalda y poniéndolo pálido.

—Yuna...

—Dime, ¿qué sucede?

—Rocky... me necesita.

𝙼𝚢 𝙰𝚗𝚐𝚎𝚕 & 𝙼𝚢 𝙳𝚎𝚖𝚘𝚗 ➋ || '𝔅𝔦𝔫𝔴𝔬𝔬'Donde viven las historias. Descúbrelo ahora