Capitulo 27. Alrededor

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Hinata aguardo en los confines del jardín. Paseaba con impaciencia, pero se dio media vuelta cuando escucho que unos pasos se acercaban.

—¡Shikamaru! Gracias por venir...

Shikamaru se detuvo frente a ella y frunció el ceño.

—¿por qué me ha hecho venir? —miro a su alrededor—¿donde está, Naruto?

Hinata le tomó del brazo y lo escondió tras un árbol.

—Necesito tu ayuda, y Naruto no debe enterarse.

—¿Perdona? Naruto es el encargado de tu protección.

Ella lo agarró con más fuerza para transmitirle su urgencia.

—Sasuke Uchiha se acercó a hablar conmigo ayer, pudiste darte cuenta en el almuerzo. Afirmó que sólo trata de ayudarnos, pero desconocí sus motivos verdaderos.

Shikamaru se quedó en absoluto silencio.

Hinata miro por encima del hombro al camino que daba justo detrás de él.

—Naruto se enfureció mucho, tú lo escuchaste. Se marchó de inmediato de la casa y fue a buscarlo —bajo el tono de voz—. Se pegaron.

Shikamaru esbozó una extraña sonrisa.
—Bien, entonces todo va bien.

—¿Como puedes decir eso? —protestó ella.

—Naruto solo estaba dejando las cosas claras. Y, de paso, libero un poco de energía.

—¿Como puedes aprobar esa clase de comportamiento, shikamaru?

—Yo no lo apruebo, Lady Hyuga, pero comprendo bien sus motivaciones. Tu marido fue un agente excelente, es un tipo brillante, tonto en ocasiones, pero nunca por malos motivo, y estoy seguro de que no fue a ver a Sasuke sin haber tenido un plan determinado. El jamás dejaría que sus emociones interfirieran en sus acciones.

Hinata resopló.
—Cuando se marchó estaba muy alterado.

Shikamaru intentó adoptar una actitud tranquilizadora.

—Yo creo que Naruto es perfectamente capaz de manejar este asunto. Sólo debes confiar en él y dejarlo ser.

—No puedo contarle estas cosas. —Hinata entrelazó las manos con actitud implorante.

—¿Que necesitas pedirme a mi, Lady Hyuga, que no pueda pedirle a su marido?

—Quiero que por favor investigues bien los movimientos de Sasuke. No tiene coincidencia —le cogio de la mano—. Y Naruto no debe enterarse de esto.

—¿Y porque no?

—Porque quiero tener tiempo para pensarlo. No se cómo reaccione ante esto.

—Parece que tú lo crees.

Hinata asintió con tristeza .
—No tengo motivos para no hacerlo. Es que conocí a Sasuke en su momento, y lo que me dijo no me parece tan falso. Si le digo a Naruto que confío en lo que me dijo; me cortara la cabeza.

Shikamaru se rascó la nuca con incomodidad.
—Tengo un poco de miedo, a que esto llegue a complicar las cosas e incomodar a su excelencia.

—Un poco más de tiempo —le suplicó ella—. Es lo único que te pido, Shikamaru. Ahora estoy viviendo en esta casa, y eres el único que nos ha apoyado en muchas cosas. Prometo decirle a Naruto todo lo que tú descubras.

El Nara dejó escapar un suspiro de resignación.
—Está bien. Investigaré y guardaré silencio mientras lo hago.

Hinata se sintió agradecida, y le dio un abrazo.
—Gracias Shikamaru —le susurro—. Has sido un buen amigo para mi.

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