Capitulo 29. Viaje

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—Estoy totalmente de acuerdo. Me parece buena idea que os vayáis de esta puta ciudad —Jiraiya paseaba por delante de la ventana con las manos a la espalda y hablaba con un tono bajo y distraído.

—No había forma de anticiparse a esta información —dijo Naruto con suavidad, comprendiendo lo difícil que sería para Jiraiya que su único sobrino se fuese de la ciudad y como una de las empresas que había sido creada para la seguridad de los ricos londinenses se había vuelto una agencia corrupta y llena de asesinos en sus filas.

—Tenía que haber visto las señales antes. Sakura Haruno no podía haber eludido a la justicia durante tantos años sin ayuda. Creo que mi orgullo me impidió creerlo y ahora saber que Shion es otra traidora entre nuestro grupo social.... es indiscutible. Quizás incluso, haya más de un traidor.

—Me parece que ha llegado el momento de ser más persuasivos con Shion y Sakura. Por el momento son las únicas personas que tienen el interés en esa agencia y en nuestra familia. Y sobre Haruno y esa maldita venganza...

Jiraiya asintió.
—Le pedí al hermano de Sasuke Uchiha que se encargará de eso y se ocupará de ella. Tu encárgate de lady Shion y cuida de tu esposa.

—Envía a alguien a buscarme si es necesario.

—Es probable que lo haga —Jiraiya se dejó caer en su sillón y suspiró—. En estos momentos, tú eres uno de los pocos hombres en los que puedo confiar. No solo por el ser hijo de mi mejor amigo y haberte criado. —lo miro a los ojos—. Sino por el hombre en el que te has convertido, Naruto.

Para Naruto, solo había un hombre en quien podía confiarle a Hinata, y cuando dejó a su tío, fue directamente a buscarlo para explicárselo todo.


Kakashi Hatake se quedó mirando fijamente al rubio y negó con la cabeza.

—Nunca sospeche de esto. Ni siquiera sabía que Sakura tuviera estas intenciones. Y tu —desvío la mirada por unos segundos, pensativo—. ¡Trabajas para tu tío! ¡Como nos parecemos!

—Supongo que eso explica que fueras mi maestro y fuéramos tan buenos amigos —dijo Naruto entre risas. Paseo la vista por el estudio y recordó el día en que había estado sentado en aquella misma sala, para discutir los pormenores de su futuro matrimonio. Hacia mucho tiempo. Se levanto y se dispuso a marchar —. Gracias por escucharme y... por ayudarme.

—Naruto, espera un momento.

—¿Si?

Se detuvo a mitad de camino y dio media vuelta.
—Te debo una disculpa.

Naruto se puso tenso.

—Debería haber escuchado tu versión de los hechos antes de juzgarte —Kakashi dejo el libro que estaba leyendo antes de que el chico inrrumpiera en su animada lectura, y se puso en pie—.Es probable que, en este momento, las explicaciones ya no tengan ningún valor y que, en el fondo, solo sean excusas para justificarme, porque lo cierto es que te falle como amigo.

El enfado y el resentimiento de Naruto eran muy intensos, pero sintió una pequeña chispa de bondad y esperanza, que le obligo a seguir charlando.

—Me gustaría escuchar tus disculpas de todos modos.

Kakashi estiró de su corbata para aflojarla.

—La primera vez que Sakura me dijo que estaba interesada en Sasuke no supe como sentirme. Tu eras su amigo, y que ella te gustaba, y también sabia, que eras un buen hombre, pero también eras un sinvergüenza. Yo fui el maestro de ustedes tres en esa agencia y, conocía muy bien los miedos de cada uno, y sobre todo los miedos de mi querida Sakura, y supe que no encajaríais. —se encogió de hombros, no por preocupación, sino por vergüenza—. No tienes ni idea de lo que es sentirse como un padre y verlos crecer. No tienes idea de cómo me he preocupado por ella y la necesidad que siento de protegerla. Además, Sakura es más frágil que la mayoría.

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