Lin Pixie se subió a la cama para sentarse de rodillas junto a él.
—¿Puedo tocarte?
—Donde quieras.
Deseó poder besarle, pero incapaz de satisfacer su deseo, se deleitó pensando en la suavidad de aquellos labios contra los suyos. La intensa dulzura de su boca era una sensación que recordaba y que hizo que su cuerpo, tan tenso que pensó que iba a estallar, se tensara aún más.
Aquellos ojos centelleantes se cruzaron con los suyos.
—A mà también me gustan tus besos.
A Bao Yi le encantaba ser capaz de excitarlo con sus pensamientos más eróticos.
—Pues entonces ven aquÃ..
—Creo que es una idea excelente.
Apoyó las manos a ambos lados de su cabeza y posó la boca sobre la de él en un beso totalmente tierno y exploratorio, más que exigente, persuasivo. Para su desconcierto, Bao Yi se sorprendió al descubrir que le agradaba que le persuadieran, Le gustaba que le acariciasen y aquella era la más Ãntima de las caricias.
Cuando la lengua de Lin Pixie le rozó levemente los labios, Bao YI abrió la boca y dejó que le saborease mientras él hacÃa lo mismo con el joven. PodÃa sentir su rodilla contra el costado, pero Lin PIxie se mantuvo lejos de su alcance, sin apretar el pecho contra su torso. Imaginó que le besaba estando desnudo, con el cuerpo tendido a lo largo del suyo, una ardiente e Ãntima comunión de bocas que podrÃa provocarle un cortocircuito en todas sus terminaciones nerviosas.
Lin PIxie puso fin al beso para tomar aire. la piel cubierta por un suave resplandor rosado testimonio de su excitación. A Bao YI le produjo gran placer dichas señales a pesar de que no las necesitaba; su aroma actuaba como una droga para sus sentidos. Inspiró profundamente, avivando su hambre, atizando aquel fuego, y esperó
Lin PIxie sentÃa todo el cuerpo en tensión, como si le hubieran estirado la piel y estuviera a punto de estallar. Deseaba frotarse contra aquel hermoso varón que tenÃa delante de el.
Era una criatura increÃblemente sensual, una invitación para sus famélicos sentidos.
Lamiéndose los labios con la lengua, colocó una mano sobre su torso. Un estremecimiento recorrió el poderoso cuerpo de Bao Yi. Sobresaltado, alzó la mirada y se encontró con que él tenÃa los ojos cerrados. No hacÃa el menor esfuerzo por ocultar el placer que le daban sus caricias y aquella firme rendición le proporcionó la confianza de la que habÃa carecido hasta el momento.
Retiró la mano haciendo caso omiso del gruñido que brotó de la garganta de Bao YI y acercó los dedos al borde de su túnica. La queja cesó. Notó la mirada penetrante de Bao Yi como algo fÃsico mientras se quitaba la suave prenda. Bao Yi tironeó de las ligaduras de repente.
—Quiero probar. Ven aquÃ.
Preguntándose qué era lo que él querÃa decir, Lin Pixie se inclinó para rozarle los labios con los suyos mientras hablaba. Fue una acción deliberada por su parte... le encantaba besarse con Bao Yi.
—¿Qué quieres probar?
Bao Yi le atrapó el labio inferior entre los dientes, mordisqueándola de forma juguetona, y el se estremeció.
—Tus preciosos pezones.
—Aún llevo la prenda interior.
—QuÃtatelo —exigió.
Lin Pixie se sorprendió por su reacción ante el intento de Bao Yi de imponer su dominio en la cama. No sintió miedo, sino que se estremeció de placer, un contraste absoluto con respecto a la respuesta negativa que habÃa tenido en otras situaciones ante el mismo intento de dominación por parte de él.
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Domando un corazón de piedra
RomanceBorracha tuvo un accidente de transito,para despertar y darse cuenta que no solo habia transmigrado al pasado si no que también ahora era un hombre con la capacidad de embarazarse abandonado en su noche de bodas por su esposo. al ser una persona de...