Estaban preparando el viaje de regreso, Liu Ao inspeccionaba junto a eunuco Fu que todo este en orden para el viaje.
El príncipe Bin Yue viajaba con pocos hombres como comitiva, ya eran demasiados entre los hombres de Liu Ao y los que habían llegado con eunuco Fu.
Estaban esperando que Fa Xiao bajara para partir. Zhao Quiu como invitada especial del monarca había decidido viajar una semana después luego de conocer a personas importantes del país. Lo que muchos susurraban era que ella no podía viajar en la misma comitiva que el emperador del país de Xu ya que este mismo le había prohibido acercarse a el o a su consorte.
Fa Xiao bajo los escalones con Rab pegado a sus tobillos. Su nueva túnica era muy sencilla: tenía largas mangas ajustadas; bajaba hasta más allá de sus pies, de modo que formaba un pequeño charco de tela en el suelo, cuando el se levantaba. Para caminar, tenía que cargar parte de la falda sobre el brazo. Los costados estaban bien ceñidos por ataduras. Pero lo original era su color: negro como la medianoche. No tenía cinturón. Le rodeaba el cuello una filigrana de oro con rubíes. Llevaba el pelo suelto sobre la espalda y sin cubrir. Había vacilado ante el vestido negro, preguntándose hasta qué punto era adecuado; no sospechaba que el negro haría brillar su piel como una perla.
Bin Yue apenas logró contenerse para no mirarlo con la boca abierta. Por lo visto, Fa Xiao ignoraba que estaba volviendo locos a los hombres y mujeres, y no sólo a su esposo. No pudo evitar acercarse a él, mientras Liu Ao fingía no haber visto llegar a Fa Xiao y se preocupaba de que todo esté listo. Al acercarse Fa Xiao dejo escapar una risita
– le divierte algo, alteza?
– Se me ha ocurrido que debe de ser un hombre valiente. En estos últimos días he comenzado a pensar que quizás
esté enfermo de peste o de algo peor. Basta que yo mire a un hombre para que él huya subrepticiamente como si corriera un peligro mortal.
A Bin Yue le tocó entonces el turno de reír.
– No eras tú quien los ahuyenta, sino tu esposo.
– Pero quizá... pronto no sea ya mi esposo.
– ¿Quizás? – inquirió Bin Yue, arqueando una ceja –. Me parece percibir ahí una nota de incertidumbre. Hasta hace unos días eso era una seguridad. Fa Xiao guardó silencio por un instante.
– Temo que soy transparente. Él le cubrió una mano con la suya.
– te enfadaste mucho... y con razón. Esa mujer... – se interrumpió al notar que Fa Xiao se ponía rígido –. No ha sido
correcto de mi parte mencionarla. ¿Has perdonado a tu esposo? Fa Xiao sonrió.
– ¿Es posible amar sin perdonar? Si es posible, ese parece ser mi destino. Se que mi bebe murió en parte por su ceguera con esa mujer, se que aun a pesar de todo le guarda algo de afecto en su corazón, pero cuando uno se enamora no puede evitar el torrente de emociones que surgen, que lo hacen ver como un tonto a los ojos de los demás. La gente puede opinar, pueden decir muchas cosas, pero cuando realmente aman a alguien pueden personar muchas cosas. Pero perdonar igual no es lo mismo que olvidar, el dolor nos enseña a ser mejor la próxima vez y no caer en los mismos trucos.
Bin Yue escuchaba atentamente, sentía que lo que Fa Xiao tenía sentido pero no podía reconocer del todo el sentimiento– ¿Por qué no te acercas a él y pones fin a este distanciamiento?
– ¡Oh, no conoces a Liu Ao! Tendría que soportar sus jactancias y sus sermones.
Bin Yue río entre dientes.
– Entonces necesitas que él venga por propia voluntad.
– Es lo que dice mi doncella, aunque no me ha indicado cómo lograrlo.
– Sólo hay una manera. Tu esposo es hombre celoso, Alteza. Si dedica parte de su tiempo a otro, Liu Ao no tardará en reconocer su error.
– ¿Y a qué hombre? – preguntó Fa Xiao, puesto que conocía a tan pocas personas.
– Me ofende profundamente – rio el joven, con un fingido gesto de desesperación.
– ¿Vos? ¡Pero si no tienes interés alguno en mi causa! – En ese caso, tendré que obligarme a pasar algunos ratos contigo. En verdad, será una tarea dificilísima.
– En ese caso, comience ahora mismo – rio Fa Xiao. − comparta el carruaje de regreso conmigo −será un placer.
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Domando un corazón de piedra
RomanceBorracha tuvo un accidente de transito,para despertar y darse cuenta que no solo habia transmigrado al pasado si no que también ahora era un hombre con la capacidad de embarazarse abandonado en su noche de bodas por su esposo. al ser una persona de...