Fa Xiao había escapado con la excusa de ver el desayuno, se mantuvo mas que ocupado todo el día de un lado a otro evitando a su esposo. Que por milagro tenia tanto trabajo atrasado por su ausencia que no pudo ir a perseguirlo como quería.
Visitó su restorán, su pato a la pekinesa era el manjar central. Todos los días las reservas para comer en el lugar estaban agotadas. Los dueños de otros restaurantes ofrecían fortunas a los chefs para lograr comprarlos o al menos una de las recetas secretas, pero nadie quería arriesgarse a perder la cabeza traicionando a un miembro de la familia real, así que todos los cocineros y trabajadores se mantenían leales al restorán de Fa Xiao.
Zhang Tuo se había tomado muchas molestias en encontrar un personal tan capacitado y leal como para que cualquiera se lo robe sin más, así que no solo los había recompensado con un buen sueldo, si no que les había dejado claro que cualquier filtración ya sea de las recetas o del verdadero dueño del lugar sería considerado traición.
Liu Ao quería terminar el trabajo rápido para poder ir a perseguir a su esposo, pero Bao Yi y Zhang Di no paraban de traerle papeles.
-escuche que Zhao Quiu se caso con tu primo, y este como regalo para la novia tuvo que comprarle varios espejos. - dijo Zhang Di como al pasar, pero mirando de reojo la reacción de Liu Ao.
-si ella pidió los espejos, mi primo cegado por su belleza, se olvidó de buda por una vez y los compro- Bao Yi sabia como los otros los amoríos de Liu Ao y Zhao Quiu, algo que lo tenia disgustado, no sabia que es lo que veía su amigo en esa arpía.
-ahora que es una mujer casada esperemos que tenga más decoro y deje...
-basta! Una palabra mas y voy a largar un edicto declarándolos traidores y confiscando todas sus tierras- con esto Liu Ao se levanto y se retiro de la habitación.
Había escuchado muchos rumores de Zhao Quiu, pero se negaba a creerlos, pensaba que eran producto de la envidia de otras mujeres a su belleza.
No podía creer que la dulce flor que se entregaba a el tímidamente fuera capaz de nada malo.
Se sentía responsable por haber tomado su virtud, quiso poder casarse con ella enseguida pero su padre no lo permitió, tuvieron que mantenerlo en secreto para que ella no viera su reputación arruinada. Cada que pensaba en el dolor que le causaba a ella el saber que el iba a casarse con otro quería mimarla y le enviaba los mejores regalos. Ahora ella también estaba casada y quien era el para enojarse, el pensar que su amada iba a acostarse con otro hombre, que seria otro hombre el que le de sus hijos lo llenaba de ira, pero no podía hacer nada sin arruinar su reputación.
No le permitía ni siquiera a sus mejores amigos que hablaran mal de ella, ellos no sabían cómo era Zhao Quiu en realidad solo el, la conocía.
Quiso buscar a su esposo, pero no lo encontró en el palacio. Su abuela le comento que seguro estaría en la ciudad viendo como marchaban sus tiendas. Liu Ao necesitaba ponerse de buen humor, así que le pido a los eunucos que organizaran un banquete privado para el y sus amigos y que les avisara a estos que no aceptaba ninguna ausencia.
Los tres asistieron sin falta, estuvieron bebiendo toda la tarde hasta entrada la noche, en algún momento de esas horas tras las burlas de sus hermanos jurados Liu Ao le mando a informar a Fa Xiao que esa noche iban a consumar el matrimonio, que se prepare.
Fa Xiao en un ataque de pánico intento esconderse en el patio de la emperatriz viuda, pero este mando a decir que no podía recibir visitas porque su resfriado había vuelto más fuerte.
Todos en el palacio sabían de la orden que un Liu Ao borracho le había dado a Fa Xiao y nadie quería meterse en el camino del emperador.
Fa Xiao comió muy poco y bebió aún menos. Al acercarse la noche sintió que se le tensaban las entrañas. Su Nana trato de tranquilizarlo y darle consejos, pero lo que lo afligía era el pensar en esa noche. Trató de razonar, recordando que era valiente, que había sobrevivido al maltrato de su padrastro en la otra vida. Era capaz de dormir en medio de una tormenta de nieve, enrollada en su manta, en un cobertizo lleno de agujeros. Había recibido palizas sin sentirse tan aterrado. Nada le había asustado nunca como pensar en lo que iba a ocurrir esa noche. El conocía el acto físico de la cópula, pero ¿qué la acompañaba? ¿Le cambiaría la experiencia? ¿Acaso Liu Ao sería su dueño después del acto, como parecía creer? Minglu y Pinglu decían que se trataba de una experiencia gozosa, pero Fa Xiao no confiaba, por más que le dijeran que su cuerpo era especial que podía recibir sin problemas a un hombre, seguía siendo algo desconocido y ese algo desconocido era lo que le inspiraba temor.
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Domando un corazón de piedra
RomanceBorracha tuvo un accidente de transito,para despertar y darse cuenta que no solo habia transmigrado al pasado si no que también ahora era un hombre con la capacidad de embarazarse abandonado en su noche de bodas por su esposo. al ser una persona de...