Ganando dinero

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Luego de mes y medio de trabajos de remodelación y entrenamiento del nuevo personal ambas tiendas estaban listas para abrir. Fa Xiao decidió que primero haría la apertura de la tienda de jabones y a las dos semanas abriría el restorán. Así no se quitarían publicidad entre si.

Habían dispuesto ya que la tienda tenia dos pisos y un patio, que abajo iban a estar todos los artículos para el cuidado de la piel, jabones, cremas aceites y lo mas novedoso, sales de baño aromáticas con cítricos y otras flores.

Arriba se encontraban los diferentes tipos de te que había elaborado para la venta.

A una semana de llegar a este mundo Fa Xiao se había encontrado que la calidad del té de la época tampoco era muy bueno, pensando en que podía hacer al respecto la suerte toco a su puerta cuando su padre vino de visita tras enterarse de que había despertado del coma y trajo consigo los papeles de unas tierras que estaban de momento sin una plantación fija y habían sido usurpadas por aldeanos del país del norte que corridos por la guerra habían intentado plantar algunas cosas que trajeron consigo para vivir. El padre de Fa Xiao no quería disponer de la tierra de momento, pero no podía dejar que la intrusaran sin más. Por eso tomo la decisión de dársela a Xiao'er para que la administre y vaya aprendiendo algo de responsabilidad hasta que su esposo regrese.

Fa Xiao quería ver si lo que esas personas de otro país estaban plantando era alguna especie de verdura diferentes de las q no consiguió de momento en este reino así que mando a un empleado que eunuco Fu le había dicho que era de confianza. Le pidió que observe el comportamiento de las personas y que le trajera una muestra de cada cosa que estaba plantada.

Cuando el hombre volvió, resulto traer dos paquetes, uno era de verduras que en su mayoría ya tenía disponibles, pero otras como el calabacín dulce el pepino y el boniato fue una maravilla tenerlas. La otra bolsa mas pequeña tenia dentro unas bolsitas mas pequeñas dispuestas de una forma que lo que contenían no se echara a perder.

-la anciana que me las dio me dijo que debían ser puestas de esta forma y no deberán humedecerse en el viaje- dijo el joven sirviente. Fa Xiao pensó que deberían ser algunos condimentos o especias, pero lo que vio lo lleno de alegría ¡eran hojas de diferente té! Había verde, negro, de oolong, risantemo, hibisco, jazmín, lirio y amaranto.

No podía estar mas que feliz, las hojas no tenían el proceso ideal para obtener el sabor, pero ya se veía que las personas estaban en camino a desarrollar el proceso adecuando. Con su ayuda definitivamente podrían hacerlo mucho mejor.

Se reunión con Zhang Tuo para que le ayude a conseguir a las personas correctas para administrar sus campos. La idea era hacer que los aldeanos usurpadores siguieran viviendo ahí, pero de una formal mas legal, a cambio tenían que trabajar para el produciendo las verduras y mas que nada el té. Escribió un manual de proceso para cada una de las variedades de té. Le tomo mas de dos semanas a él y a Zhang Tuo preparar todo para organizar bien el negocio, desde las personas correctas hasta los contratos de los trabajadores.

Un mes después un nuevo lote de té había llegado, con las cartas del gerente a cargo. El proceso había sido implementado y el resultado era mas que satisfactorio. Los ahora trabajadores legales no solo estaban contentos al no ser echados si no que podían quedarse y seguir trabajando y tenían un salario por eso. También estaban sorprendidos de la nueva forma de hacer té, ya creían que su forma era la mejor, pero ahora venia un noble de un país que no producía estas variedades y les demostraba que sabía más. Era algo que no creerían de no haberlo visto ellos mismos. No sabían la identidad de Fa Xiao, pero sabían que la tierra pertenecía a algún noble, así que en sus corazones estaban agradecidos al ser sin rostro que les dio un motivo para seguir en pie luego de tanto dolor. La relación de Zhang Tuo y Fa Xiao era cada vez mejor, desde que el menor le había arreglado la pierna y evitándole quedar lisiado el gemelo le tenia un gran aprecio y respeto. Por las tardes era frecuente verlos juntos discutiendo asuntos a resolver en el palacio o en la capital. Las ideas que Fa Xiao planteaban eran bastante buenas e innovadoras. Como al joven no se le permitía asistir a las reuniones matutinas de estado, Zhang Tuo compartía por la tarde con el lo que se hablaba y le pedía consejos.

El viejo emperador y la anciana emperatriz viuda temiendo que tal vez ambos jóvenes comiencen a cultivar sentimientos mas profundos que los de una simple amistad, decidieron enviar a Zhang Tuo en un viaje con la excusa de llevar regalos y presentar respetos por el cumpleaños del príncipe heredero del país sur.

Fa Xiao inauguro la tienda de jabones con gran expectativa por parte de las matriarcas de las casas mas nobles de la capital, pues la anciana Liu Yiju ya había alardeado tanto de las creaciones de su querido Xiao'er que el día de apertura una gran multitud ya se agolpaba n la puerta para poder obtener los productos.

En el patio se habían dispuesto mesas y sillas diseñadas por Fa Xiao, para que las damas que decidan descansar de las compras o simplemente tomar una taza de té puedan hacerlo de forma cómoda y elegante.

Había echo construir sombrillas gigantes para cada mesa, para que así el solo o la pequeña lluvia no molestaran a las damas en su descanso.

-Xiao'er querido, esta anciana esta mas que orgullosa por lo que has creado. Siento que el darte las tiendas fue más una acertada decisión

-la abuela me halaga, no estoy mas que contribuyendo a llevar algo de dinero a la casa.

-Pequeño pícaro! Lo dices como si no tuviéramos el dinero para mantenerte- Liu Yiju estaba sonriente, ese dia no había ido en carácter de ex emperatriz sino como la abuela orgullosa de su preciado Xiao'er.

-abuela dispondré de una mesa siempre para ti, con los dulces que mas te gustan siempre disponibles. Cuando salgas siempre puedes venir aquí, esta tienda siempre será tan tuya como mía.

Liu Renchen que también había asistido, pero de incognito junto a su amigo Fa Ding, padre de Fa Xiao, no dejaba de sorprenderse de lo buena estrella que era su yerno.

-ese hijo tuyo, hiciste bien en tenerlo escondido tantos años, de otra forma otras familias podrían haberse revelado al imperio con tal de casarlo con sus hijas o hijos.

Estas palabras apretaron el corazón de Fa Ding, el no había sido un buen padre y no tenia idea de lo brillante que había sido su hijo jamás, siempre lo tenia oculto para no ver el rostro de su amada en la cara del niño, y no sentir el dolor que era perderla, nuevamente.

Ahora que su hijo estaba casado, había caído en la cuenta del tiempo desaprovechado y estaba decidido a cambiar las cosas, pero no sabía cómo hacerlo así que por eso estaba ahora de incognito con su amigo espiando a su hijo y velando que nadie quiera causarle problemas.

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-señora hemos descubierto la identidad del hombre que con usted choco semanas atrás- Un sirviente vestido de negro, inclinaba la cabeza para no ver a la mujer directo a la cara, su temperamento volátil es mas que conocido entre los sirvientes. -se trata del nuevo dueño de la tienda de cosméticos en la calle central.

-oh! Un hombre de negocios- Zhao Quiu sonrió, mostrando sus dientes chuecos- siempre me gustan inteligentes.

-eso no es todo mi señora- continuo el sirviente.

-que mas hay? - pregunto ella impaciente

-Su nombre es Fa Xiao, el único hijo de la familia Fa y actual consorte imperial de su majestad Liu Ao.

Zhao Quiu se quedo estática. No podía creerlo, se suponía que el esposo de Liu Ao era un hombre gordo y tonto, mucho peor que el de ella. Si esto era cierto, si este era realmente l esposo de Liu Ao sus planes de que lo repudie no iban a funcionar. Liu Ao era un hombre superficial que valoraba demasiado la belleza, y sobre todo demasiado celoso de lo que consideraba suyo. Cuando vea a su esposo no solo no iba a querer repudiarlo si no que podría llegar a reemplazarla a ella como la única en su corazón.

No era tan tonta como para creer que Liu Ao la amaba, pero mientras tenga belleza y actúe como a el le gustaba ella podría seguir engañándolo y conseguir lo que quisiera de él, solo tenía que ser paciente y el titulo de emperatriz podría al fin ser suyo. ¡Pero este Fa Xiao había aparecido para arruinar todo! ¡Todo el deseo que sentía por el hombre se transformó en celos y rabia, como se atrevía ese mariquita a querer competir contra ella por lo que ya era suyo de antemano! 

Domando un corazón de piedraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora