Un beso. Fue un beso. Nada importante. Una simple muestra de la alegría y el subidón de adrenalina que había sentido por conducir el quad. Nada más que eso.
Por un instante, me vi empujado a marcar el número de Laura. Ella era el antídoto a mis problemas de sentimientos imaginarios. Con ella, conseguí poner los pies en la Tierra y acordarme que, las relaciones sexuales permanecían siendo meros encuentros de carne con carne, sin ser algo trascendental.
Me asomé al gran ventanal, más para espiar a Rocío que para tomar una decisión, aunque fue la chispa que encendió mi determinación por muy descabellado que pareciese. Le había abordado en la cocina con una sola intención, llevármela a la cama y lo había conseguido.Una despedida en toda regla.
Después de perder el control junto a ella, después de mandar a la mierda mi integridad, me dejé llevar por la sensación que me había estado corroyendo toda la noche y toda la mañana.
Rocío se marcharía a Madrid, no volvería a Riodeporcos nunca más cuando Mina nos abandonase.
Hice lo que me había prohibido hacer, volver a tocarla y disfrutar de su cuerpo, de sus suspiros, de su forma de mirarme… Hice el idiota.
Cuando conseguí terminar, tras alargarlo todo lo que pude, me puse los pantalones, recogí la ropa y salí de allí como si fuese un delincuente.
Presioné la rellamada.
–¿Leight?Puse los ojos en blanco.
–Iremos a una fiesta de cumpleaños esta noche.
–¿Y de quien es el cumpleaños?Su voz tomó un matiz más sensual.
Me gustaba su receptividad y lo usaba de forma poco sutil para ponerme a tono como sólo ella sabía hacerlo. Vale, solía tratarla como una mierda, pero sabía que siempre estaría ahí para mí. Era quizá, la única mujer a la que podía ver tan claramente que dejaba de importarme su forma de ser tan egocéntrica, superficial y aprovechada.
Era una mujer que anteponía el lujo y el dinero al placer, aunque estaba claro que era una adicta al que le proporcionaba yo.
No me importaba en absoluto, puesto que ambos buscábamos lo mismo. Sexo. Ni más ni menos.
Ya no podía caer más bajo con Rocío, por lo que mi decisión, supe al instante, que era una completa y excesiva falta de respeto.
–De Rocío. Pasaré a buscarte a las siete.Sin dejarle contestar, colgué y guardé el móvil en el bolsillo.
Por fin volvía a reconducir mi vida a mi antojo. Tenía el control absoluto, el cual, no volvería a perder por nadie y mucho menos por esa bruja que había seducido a Black.
...
Ocupar el tiempo que quedaba hasta las siete iba a ser complicado. No podía quedarme en casa sabiendo que en cualquier momento me tendría que cruzar con ella y mucho menos arrancar de sus brazos a mi perro.
Desde que llegó, yo era invisible para él.Decidí desaparecer. Me parapeté con la ropa para montar a toda hostia el quad y sin mirarla siquiera, arranqué.
–¡Leighton! ¡Ey… espérame! ¡Leight! ¡Oye…!
Aceleré haciendo caso omiso y desaparecí, permitiendo observarla por el espejo retrovisor mientras me alejaba, plantándole, con el brazo levantado, agitándolo como una histérica.
Black corrió hasta la cancela y se paró ahí.Esta vez necesitaba estar solo, pensar, correr, ver pasar todo aquello que me rodease difuminado. El tiempo justo para no tener que enfrentarme de nuevo a la necesidad de tenerla entre mis brazos. Había hecho bien en llamar a Laura. Cada segundo que pasaba me lo repetía para convencerme a mí mismo.
<<Eres un gilipollas sádico.
¿Qué mejor forma de cortar la historia de Rocío que con la entregada Laura?>>
Decidí darme un baño en el embalse para paliar el calor y centrarme. Hasta ahora, ni la velocidad surtía el efecto deseado.Aparqué el quad, me quité el casco, el mono y la ropa. Era una de las mejores sensaciones poder andar en pelotas sin crear una revolución de lo correcto y lo incorrecto en lugares públicos y puesto que el pantano no solía tener demasiadas visitas, me deshice de los calzoncillos.
–Paz y tranquilidad. Todo lo que necesito. –Miré el reloj. Tenía tres horas por delante hasta la hora de comer, cosa que por supuesto no haría en casa. En mi propia casa. Me metí en el agua helada y sentí como la tensión mental desaparecía.Nadar y no pensar. Intentar llevar al máximo la capacidad de aguante corporal era revelador. Continué dando brazadas hasta llegar a la mitad del embalse. floté sobre el agua con la sensación de sentirme inmaterial hasta que mi respiración se acompasó.
Era la hora de comer y seguía reprochándome todo lo que había hecho hasta ahora.
Según me iba acercando a la orilla, divisé a Black. ¿Pero qué demonios?Aceleré las brazadas y descubrí a una Rocío con cara de malas pulgas, sentada sobre el quad y enseñándome lo que creí que podrían ser las llaves. Desde esa distancia no podía ver bien.
Nadé hasta donde el agua me llegaba a la cintura.
–Ignorar a las personas es de muy mala educación.¿Cómo cojones me había encontrado?
Se puso mi cazadora y sonrió de una forma escalofriantemente cabrona.
–Hasta luego.
Aceleró llevándose con ella toda mi ropa.
–¡Ni se te ocurra! ¡Vuelve ahora mismo!Salió, levantando polvo con las ruedas traseras. Por mucho que corrí hacia ella, era imposible alcanzarla.
Me llevé las manos a la cabeza. Esa bruja me las iba a pagar con creces, era una promesa y yo nunca fallaba mis promesas.
Me puse los boxers, que al menos había dejado en el suelo y corrí para recuperar la ropa que poco a poco iba tirando.
Un calcetín, cien metros más lejos otro. Una deportiva lanzada a mala leche entre unos arbustos, la otra en la orilla del pantano y nada más.Observé como levantó la camiseta y los pantalones por encima de su cabeza y aceleró hasta perderse en el bosque.
–¡De puta madre! Fuck you!
Me volví a casa echando chispas, humo, rallos y palabras en inglés muy feas. El quad estaba en la entrada y ni rastro de mi ropa.
–¡Rocío! ¡Maldita bruja del infierno!María ni se atrevió a mirarme. Recorrí en pocas zancadas el salón en su busca.
-¡ROCÍO!
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Pero tú... ¿Qué te crees? (Completa)
RomanceVideo trailer en el primer capítulo. Creado por @Ainebooks que es una artistaza creando y escribiendo. Mil gracias ❤️ Rocío viaja a Asturias para reencontrarse con su abuela, pero también con su pasado, que marcará el presente y reescribirá su futur...