Pero tú... ¿Qué te crees? (Completa)

Capítulo 52. Rocío.

Llevaba puestos los zapatos de taconazo mega sexis que me regaló María por mi cumpleaños y el vestido negro que acababa de recibir por una página web.

Era la primera vez que quedaba con él después de nuestro escarceo en el baño del pub. Por alguna razón estaba nerviosa. Sabía que a nivel sexual, estábamos a años luz, pero era un chico súper simpático y con muchos temas de conversación.

Después de escribirle un WhatsApp, decidimos quedar el sábado y allí estaba yo. En la puerta de un restaurante del centro, a punto de echarme para atrás y poner alguna excusa.

–Estás impresionante.

Me sorprendió por la espalda. Me giré y nos quedamos mirándonos sin saber muy bien cómo proceder. ¿Le doy un besito o dos en la cara? Al final él, tomó la iniciativa y me plantó un piquito en los labios.

Sonreí, no esperaba mariposas ni nada por el estilo en mi estómago, así qué lo dejé así y entré en el lugar dónde había reservado una mesa para dos.

–¿Hace mucho que me esperas?

–No, cinco minutos.

Mentí, al menos llegué con cuarenta minutos de antelación. Por si me daba por arrepentirme en casa.

–Estás muy guapa.

–Tú también vas guapo.

Contesté dándole un repaso de arriba abajo.

Llevaba unos vaqueros y una camisa de manga corta con unas botas de ante tipo camperas. El pelo corto y recién afeitado, le daban un aspecto más juvenil, lo cierto es que estaba de toma pan y moja. Me prometí a mí misma que lo pasaría bien, que dejaría fluir la noche.

Tras la riquísima cena, decidimos ir a tomar unas copas, me enganché de su brazo y andamos por la calle barco hasta el garito con el mismo nombre.

Sonaba la canción de “lo malo”, le cogí de la mano y me metí para dentro moviendo las caderas y cantando.

<<Voy a salir, no más fingir, no más servir,
la noche es pa´ mí, no es de otro
Te voy a colgar ya no hay vuelta atrás
si me llamas no respondo
Tira porque te toca a ti perder
Que aquí ya se perdió tu 'game'
Tiro porque me toca a mí otra vez
Solo con perderte ya gané
pero si me toca, toca, tócame
Yo decido el cuándo, el dónde y con quién
Que voy a darme a mí de una, y otra y otra vez
Lo que tanto me quité, que pa' ti tan poco fue
Y yo voy, voy, voy lista pa' bailar
Porque tú hoy, hoy me has hecho rabiar
Y yo voy, voy, voy lista pa' bailar
Y tengo claro que no me voy a fijar
En un chico malo no, no, no
Pa' fuera lo malo no, no, no, no
Yo no quiero nada malo no, no, no
…>>

¡Pa´ mala yo! Sentía rabia por Leighton

<<¡Se la dedico!>>

Mi acompañante me trajo un gin-tonic y casi de un trago me lo bebí.

Bailamos todo lo que sonaba y entre risas y bailoteos, no dejó de tocar mi cuerpo. Me sentía sexy, poderosa, caliente y perversa. Le miré con excitación y por su parte recibí tantos besos dulces que encogiendo los hombros me dije que no estaba del todo mal. Era diferente a mi inglés cabrón y era lo que necesitaba. No acordarme de él.

Decidimos irnos. Me acompañó a buscar un taxi.

–¿Te lo has pasado bien?

–De lujo. ¿Y tú?

Paró un taxi.

–De lujo. ¿Quieres…?

–Estoy hecha polvo, pero la próxima vez. Buenas noches Jaime.

–Buenas noches guapísima.

Le dije al taxista dónde tenía que llevarme y cerré los ojos. La vibración del móvil me sacó de mis ensoñaciones.

Alma:
Hola, holita
Me recuerdas?????
Soy la gordi embarazada.

Se me dibujó una sonrisa en los labios y no tardé en contestar.

Yo:
Uyyy… pues ahora lo pienso…
Como no me voy a acordar de ti.
Cómo estás?
Cómo estáis todos?

Alma:
Estamos bien…
Te pillo en mal momento???

Yo:
Para nada, estoy de camino a casa.

Alma:
Saliste??

Yo:
Sí, con un amigo.
Y tú?? Qué haces despierta a estas horas??
Son las cuatro de la mañana.

Alma:
La niña no para y me despierta cada dos por tres…
Quiere salir ya!!!!!
En verdad no sabía si escribirte o no…

Yo:
No me asustes
Ha pasado algo??

Alma:
No. Tranquila.
Es por… el capullo de Leighton…

Me quedé pillada leyendo el último mensaje. No podía contestar, por un lado quería saber de qué se trataba y porqué me escribía a esas horas para hablarme del capullo "Rey de Inglaterra" y por otro lado, estaba a punto de decir que no me interesaba.