Y el premio para la peor despedida es para...Joder, esperaba que me lo pusiera más fácil. Ya bastante me había costado pasar la noche con él sabiendo que sería la última vez. ¡Si es que tenía que haberme quedado en casa! ¡Pero noooo, no podía mantener las manitas alejadas del queso!
Me encontraba conduciendo por la A-6, rezando de nuevo para que el coche aguantase el viaje entero.
Ya me había comentado el mecánico que tendría suerte si no se quedaba tirado a medio camino.
Brad, que fue tan amable de acompañarme se pasó al menos dos horas tratando de convencerme para que aceptase el regalo de Leight, pero ¿cómo iba a aceptar un coche nuevo? No, ni de coña, era autosuficiente, no necesitaba la caridad de nadie, y mucho menos la suya, porque estaba claro que su regalo era la opinión que tenía sobre mi papel en su vida.
Puse la música a todo trapo...<<...No woman, no cry
Cause I remember when we used to sit
In the governement yard in Trenchtown
Observing the hypocrites
Mingling whit the good people we meet ...>>Canté a pleno pulmón, tocando como si de una batería se tratase, el volante. Mi móvil sonaba, por lo que tuve que dejar la fiesta para otro momento, pulsé el botón de manos libres y saludé a quien quiera que fuese.
-¿Sí?
-¡Qué seca, hija, por Dios!
-¡Hola petarda!
-Eso ya me cuadra más. ¿Ya estás en camino?
-Sí, pero llegaré más tarde.
-¿Cuánto más tarde?
-Un par de horas... tres, tres horas más tarde.
-¿En serio? Sé de alguien que te va a echar la bronca.
-¿Está ahí contigo?
-Por supuesto, lleva sujetando la pancarta de bienvenida desde que se levantó esta mañana.
-¿De verdad?
-No, pero quería hacerlo, he logrado arrancársela de las manos.
Como era mi hermano, un cabezota de tomo y lomo. Sonreí porque me lo imaginaba, le quería tanto...
-Dile que no se preocupe, que llegaré pronto.
-Díselo tú.
Tras hablar un rato con mi hermano, Susana volvió a tomar el mando del teléfono.
-Bueno... ¿tienes algo que contarme?
-¿No estás trabajando?
-Hoy tengo turno con Kitty-Leti, salgo en cuarenta y dos minutos, exactamente.
Eran dos petardas del trabajo que se habían hecho un aquelarre de brujas, ambas solitas. No querían saber nada de las demás compañeras, se pasaban la vida despellejando a unas y otras, a mí la primera y se pasaban la vida haciendo la pelota a la jefa y familiares de los chicos, aunque luego no se preocupasen por ellos.
-¡Qué las den! Por un día que trabajen no se van a morir.
-Como te escuchen...
-Me da igual, son dos bichos de mucho "cuidao".
Nos reímos pero enseguida volvió al ataque.
-¿Te despediste del fish and chips?
-Me despedí de todo el mundo.
-Pero ¿no hubo una despedida más especial con el quesito?
-¡Qué va!
-Hija, que rancia eres. Tenías la oportunidad y la has dejado escapar.
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Pero tú... ¿Qué te crees? (Completa)
RomanceVideo trailer en el primer capítulo. Creado por @Ainebooks que es una artistaza creando y escribiendo. Mil gracias ❤️ Rocío viaja a Asturias para reencontrarse con su abuela, pero también con su pasado, que marcará el presente y reescribirá su futur...