033: El diario

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No había sido buena idea asistir a la boda de Bellatrix Black, bueno ahora Lestrange. Si no hubiera ido se habría ahorrado la presión que yacía sobre sus hombros. Tom Riddle, la versión adolescente de Voldemort, que era un horrocrux, se había ofrecido a enseñarle todo lo que sabía para derrotarse a sí mismo, era extraño, pero así era.

-¡Debes concentrarte!- gritó Tom.

Morgana miró mal a su espectro o lo que fuera. Estaban en la sala de los menesteres y faltaba una hora para irse a casa, para las vacaciones de verano.

-¡No puedo!- exclamó Morgana.

-Morgana.- comenzó él, reuniendo la poca paciencia que tenía.- Ni siquiera hemos empezado con los conceptos básicos de la Oclumancia. ¡Ahora solo tienes que abrir tu mente y concentrarte en las palabras!

-¡No puedo, Tom!- volvió a exclamar Morgana.- No puedo leer el pársel. No soy descendiente de Salazar Slytherin, ni siquiera estoy en su casa.

-Pero tienes su varita.- le interrumpió él.- Y si tú la tienes significará algo. Por eso, el curso que viene tendrás que hablar con él.

-No sé si lo sabías, Tommy.- dijo ella arrastrando el apodo.- Pero Salazar lleva muerto unos cuantos siglos.

Tom miró a Morgana y en su mente pensó como había llegado a entrenar a una Gryffindor obstinada.

-En la cámara de los secretos...

-¿Existe?- preguntó Morgana, interrumpiéndole, cosa que le molestaba profundamente.- Perdón, continua.

-En la cámara de los secretos podrás hablar con su retrato y si obtienes su bendición serás capaz de desbloquear el máximo poder de tu varita.- explicó.

-¿Y podré hablar pársel?

-Sí, siempre y cuando tengas tu varita cerca.

-Dicen que hay una bestia horrible en la cámara de los secretos.- murmuró Morgana.- ¿Eso también es verdad?

-Sí.- contestó exasperado.- Pero no te hará nada si te reconoce.

-¿Cómo me va a reconocer si yo no hablo pársel?

-De momento eso da igual.- dijo Tom cansado.- Eso lo haremos cuando vuelvas a Hogwarts. Cuando hayas dominado las habilidades de Salazar, te será más fácil aprender Oclumancia.

-¿Y qué debo hacer contigo?

-¿Qué quieres decir?- preguntó alzando una ceja.

-Te estoy preguntando si debería llevarte a mi casa durante las vacaciones de verano o dejarte aquí.

-¡Por supuesto que me llevarás contigo!- exclamó él indignado.- ¿Sabes lo peligroso que sería si alguien encontrara este diario?

-¿Y no crees que Voldemort sospecha algo?- preguntó Morgana, mientras recogía sus cosas.- Quiero decir, le robaste el diario.

-Sobre eso...- dijo Tom.- Tienes que encontrar la forma de ver a Lucius Malfoy y entregarle algo.

-¿Estás loco?- gritó ella.- ¿Y que le daría?

-Mientras tú holgazaneabas.- dijo Tom, haciendo que Morgana se sonrojara levemente por la vergüenza que sentía.- Yo trabajé en una réplica exacta de este diario, tiene las mismas características, solo que no es un horrocrux y mi versión adolescente está a favor de Voldemort.

-¿Piensas engañar a Voldemort y sus mortífagos?

Tom asintió y le contó su plan a Morgana. No pudo terminar de contarle todos los detalles porque faltaban menos de veinte minutos para que el tren partiera. Morgana tuvo que correr para llegar a tiempo. Entró en un compartimento vacío y se dejó caer en el asiento. Cerró las cortinas y murmuró un hechizo silenciador. Abrió el diario y escribió algo en una página; no tardó ni un segundo y la figura de Tom Riddle se paró frente a ella.

Morgana DumbledoreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora