-¿Qué has secuestrado a un niño?- gritó Morgana en medio de un pasillo.- ¡Tom, estás completamente loco!
-¿Te quieres tranquilizar?- dijo él.- Vas a despertar a todo el mundo.
Ahí estaban ellos, paseando a medianoche por un pasillo desolado y discutiendo como salvar el mundo. El típico plan de un jueves por la noche.
-Pero, ¿en qué estabas pensando? ¿Has perdido el juicio?
-Dijo la que se ha unido a Voldemort para sonsacarle información.
-No me vengas con eso.- dijo molesta.- Explícate.
-No es para tanto.- dijo suspirando.- Simplemente fui al mundo muggle, a un centro de menores, escogí al joven más guapo y le pregunté que prefería: si morir lentamente o que le secuestrara. Extrañamente eligió la primera opción, así que lo noqueé, lo hice invisible con un hechizo y me lo llevé hasta una de tus propiedades.
-¿¡Hasta una de mis propiedades!?- gritó indignada Morgana.- ¿Te das cuenta de que ahí vive también mi abuelo? ¿Qué crees que hará cuando vea a un niño atado de pies a manos?
-No está en la mansión de los Dumbledore.- dijo con burla.- Está en la casa de Londres de tus padres. Tengo entendido que tus abuelos no van mucho por ahí.
-¿Y cuándo piensas llevar acabo el plan?
El plan era bien sencillo, bueno, en realidad no. Básicamente, Tom se tomaría la poción multijugos con el cabello de ese pobre muchacho, para así poder venir temporalmente a Hogwarts bajo una nueva identidad.
-Mañana mismo estaré aquí.- dijo sonriendo.- Ya he enviado las cartas necesarias y me he inventado la trágica historia del huérfano Thomas Drake, criado en tu mismo barrio muggle, para que así no te sea tan difícil relacionarte conmigo. Y a pesar de todo, será sangre pura. Eso facilitará las cosas...
-¿Piensas ir a Slytherin?- dijo ella.
-Ya no se trata de una cuestión de lealtades.- dijo él.- Consiste en hacer las cosas más fáciles. De poder obtener más información.
Los dos se detuvieron, porque vieron a dos personas apoyadas en una esquina. Tom suspiró y se metió en el diario, tampoco quería complicar más las cosas. Morgana se acercó hasta ellos, solo para dar un grito de felicidad, que acompañó con un salto, propulsado con magia que hizo que casi tocara el techo.
-Morgana.- dijo Sirius asustado.- No es lo que piensas.
-Eras tú.- dijo sonriendo la susodicha.- Tú eras a quién Sirius no podía conquistar. Esto se merece un brindis del mejor champagne de Israel.
-¡No!- exclamaron los dos.- No se lo puedes decir a nadie.
-Venga, ya.- dijo disgustada.- Vamos, Remus, cuéntamelo todo.
Sirius y Remus teniendo un romance, ya es lo que le faltaba a Hogwarts. Pocas cosas le causaban felicidad a Morgana y esta era una de ellas. Los tres amigos se fueron, mientras esta los interrogaba sobre todo lo que quería saber y finalmente los abrazó. Su día había terminado con buen pie.
A la mañana siguiente los cotilleos volaban por todo Hogwarts y no, no era la relación entre Sirius y Remus, es decir, Morgana podía guardarles el secreto; se trataba de la clasificación de otro alumno nuevo.
-Venga, apostemos de nuevo.- dijo James, esperando a que viniera la profesora McGonagall con el sombrero seleccionador.
Finalmente llegaron. Había que decir que Tom eligió bien al candidato, porque a cada paso que daba, las chicas suspiraban enamoradas. Cuando pasó por su lado le guiñó el ojo y Morgana tuvo que contener la risa.
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Morgana Dumbledore
FanfictionEl mundo mágico está conmocionado. La nieta del mago más poderoso de todos los tiempos ha llegado a Hogwarts. ¿Lo malo? Ni el propio Dumbledore sabía de su llegada.