013: Luna llena

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Algo raro pasaba con Remus. Morgana llevaba sospechando desde hacía varias semanas. Su amigo, últimamente, se ausentaba utilizando cualquier excusa, la más común era que su madre estaba enferma. Ella no se lo creía, porque al día siguiente de su partida, regresaba más cansado. Era otra cosa y estaba dispuesta a averiguarlo.

-Esta noche debo irme.- dijo una tarde Remus a sus amigos.- Mi madre se ha caído por las escaleras y el médico dice que está mal.

-Vaya, Remus, lo siento por tu madre. Dale recuerdos de nuestra parte.- dijo James.

-Lo haré.- dijo sonriendo.- Iré a la biblioteca un rato.

-Espera.- le dijo James.- Te acompaño, tengo detención con la profesora McGonagall.

En cuestión de segundos, los dos habían salido por el retrato de la sala común, dejando solos a Morgana y a Sirius.

-Oye, Sirius.- comenzó la Gryffindor.- ¿No crees qué hay algo raro en Remus?

-¿A qué te refieres?- contestó él, comiendo una gragea de todos los sabores.

-No sé. Me parece un poco sospechoso que una vez al mes se marche de Hogwarts.

-Ya lo ha dicho.- dijo Black.- Su madre está enferma.

-¿Y siempre se tiene que ir a verla en estas fechas?- preguntó ella.- No, hay algo que no me cuadra.

-¿Y qué crees que es?

-No lo sé, Sirius.- dijo Morgana.- Pero pienso averiguarlo.- hizo una pequeña pausa.- Esta noche, voy a seguirlo, si se dirige a la chimenea de algún profesor no perderé nada, pero si no lo hace...

-Es una buena idea.- dijo sonriendo.- Iré contigo. Necesitarás un escudero.- dijo haciendo una reverencia.- ¿Cuál es nuestro primer paso?

-Yo iría a la biblioteca, y esperaría hasta que saliera.

-Bien.- dijo levantándose del sofá.- ¿Y si cogemos la capa de James?

Los dos corrieron hasta su baúl pero no estaba. Como tenían tiempo antes de que cayera la noche, fueron hasta el salón de transformaciones, donde James estaba copiando trescientas veces cualquier frase. Llamaron a la puerta y esperaron hasta que les dijeron adelante. Sirius asomó la cabeza por la puerta.

-Disculpe, profesora McGonagall, ¿le importa si le pregunto una cosa a James?

-¿Es importante?- preguntó ella desde su mesa.

Entonces, Morgana decidió intervenir, asomándose también por la puerta. Al verla, la expresión de la profesora se suavizó.

-Es por una cosa de Quidditch.

-Pueden pasar.- dijo ella sin pensárselo dos veces.

Los dos avanzaron hasta James, que estaba en frente del escritorio de Minerva. Sirius se agachó a la oreja de Potter y le susurró algo, este se levantó, se dio la vuelta y se sacó una capa plateada del bolsillo de la túnica que se la dio a Sirius, sin que McGonagall les viera. La excusa que habían preparado para que les dejara la capa era que iban a hacer una broma.

-Y ya sabes, James.- dijo Morgana, intentando disimular.- A las siete en el campo.

-Sí, ya lo sé.- contestó él con expresión divertida.

Se despidieron de la profesora y procedieron a marcharse, antes de hacerlo, James dijo algo más.

-Hey, chicos.- dijo haciendo que se giraran.- Procurad que sea a un Slytherin.

McGonagall iba a protestar, pero los otros dos ya habían huido y estaban cerca de su destino. Estuvieron esperando bajo la capa de James, durante dos largas horas hasta que vieron a su amigo.

Morgana DumbledoreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora