Esta vez no estaban en una carpa en mitad de la nada, no ahora estaban en el gran comedor. Todos los alumnos y profesores les observaban. Los concursantes eran Regulus, Cole, Sirius y Morgana, los únicos que habían sobrevivido a la prueba anterior. Continuaban llevando esas horribles túnicas y nadie sabía que iba a pasar.
-Estimados alumnos.- dijo Harold Minchum, el ministro de magia.- La prueba de hoy es sencilla y fácil. Uno de vosotros se tomará una poción y su compañero tendrá que vigilaros.
-¿Eso es todo?- preguntó Regulus confundido.- Debe de haber algo más.
-Me temo que no, joven Black.- le contestó.- Así que, por sorteo los elegiremos
Morgana y Cole cruzaron los dedos para que no les tocara y... Adivinad a quién les tocó. Albus le dio una mirada de preocupación a su nieta antes de entregarle la poción, y es que él no sabía tampoco de que iba la prueba y mira que le había suplicado a Harold que se lo contara, pero no había soltado prenda. La Gryffindor removió el líquido, que tenía un aspecto asqueroso y miró a su novio secreto, le asintió y se tomaron la poción a la vez. Al principio no ocurrió nada, pero pasado un minuto, una luz extraña les rodeó y les cegó por completo. Cuando volvió a la normalidad, ni Morgana ni Cole estaban allí, bueno, sí que estaban, solo que con diez años menos.
-¡Pero qué monada!- exclamó Sirius.
El animago corrió hasta una versión de Morgana de siete años y la levantó en sus brazos mientras esta se reía levemente. En verdad tampoco habían cambiado demasiado, tanto ella como Cole seguían teniendo la misma cara y el mismo peinado, solo que parecían mucho más felices.
-Yo soy el tío Sirius y te lo vas a pasar muy bien conmigo.- le dijo sonriendo.- Tú y yo somos amigos.
Morgana asintió y sonrió. Ella tenía varios amigos y ahora estaba feliz de tener otro. Y es que no muchos se acercaban a ella.
-No se preocupen, profesores.- les dijo Sirius mirando a Minerva y a Albus que parecían perdidos.- La cuidaré muy bien.
Sirius se giró todavía con Morgana en brazos y comenzó a acercarse hasta sus amigos. Morgana miró a Cole y le sonrió y este hizo lo mismo, aunque era tímido creía que la chica podría ser su amiga.
-Mira, Morgana.- le dijo Sirius.- Este de aquí es el tío Remus.- dijo señalándole.- Y este el tío James.
-Somos tus amigos, Morgana.- le dijo James sonriendo.
En menos de un minuto, había ganado tres amigos de golpe y eso le entusiasmaba. Aunque también le intrigaba saber quién era el otro niño y esos señores que parecían conocerla, sobre todo porque el hombre con las túnicas coloridas tenía unos ojos similares a los suyos
-Y comienza la prueba.- dijo Harold dándole unas palmadas en el hombro a Albus.- Mantenedlos vigilados y habréis ganado esta parte.
Sin embargo, los merodeadores ya no estaban allí para prestarle atención, ya estaban lejos del Gran Comedor, dispuestos a pasárselo en grande con su nueva amiga y eso hicieron. Morgana era fácil de vigilar, aunque no hablaba demasiado, no como ahora, que por algo le llamaban "bocón", pero a medida que pasaban las horas, se fue abriendo, poco a poco.
-¿Habías estado antes en Hogwarts?- le preguntó Remus dándole la mano.
-No.- dijo mirando a su alrededor.- Jerry y yo leímos un libro y nos encantó. Algún día los dos vendremos aquí.
Remus sonrió con nostalgia. Le apenaba toda esta situación y a sus amigos también, pero a Morgana no, que parecía estar disfrutando de su relato.
-Jerry quiere estar en Ravenclaw.- dijo sonriendo.- Yo quiero ir con él, pero dice que yo tengo que ir a Gryffindor.
-¿Sabes una cosa?- le dijo Sirius arrodillándose frente a ella.- Toda mi familia está en Slytherin y yo estoy en Gryffindor. Podemos estar en la casa que queramos.

ESTÁS LEYENDO
Morgana Dumbledore
Fiksi PenggemarEl mundo mágico está conmocionado. La nieta del mago más poderoso de todos los tiempos ha llegado a Hogwarts. ¿Lo malo? Ni el propio Dumbledore sabía de su llegada.