035: La cámara de los secretos

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Morgana Dumbledore siempre se había considerado una persona puntual, pero hoy no, ¡llegaba tarde al expreso de Hogwarts! Iba corriendo por la estación de King Cross como una loca. La gente la miraba mal, normal por otra parte, ya que llevaba un carrito con una lechuza y unas túnicas pasadas de moda.

-Por los pelos.- suspiró dejándose caer en un asiento libre.

-¡Morgana!

Era Remus, ya llevaba la túnica escolar y se le veía muy feliz. Los dos se abrazaron y en cuestión de segundos dos personas más se unieron al abrazo: James y Sirius.

-¿Has tenido que correr para llegar hasta el tren?- preguntó James riéndose.

-Sí.- dijo ella avergonzada.- Digamos que me he despertado hace veinte minutos.

Todos rieron y Sirius procedió a explicarles que Andromeda había sido borrada del tapiz familiar y que ya nadie pronunciaba su nombre.

-¿Y no sabes nada de ella?- le preguntó Morgana.

-No.- contestó Sirius apenado.- Pero sé que ella y Ted están bien.

-¿Cómo estás tan seguro?- insistió Morgana.

-Sirius tiene la teoría de que si los mortífagos los hubieran capturado, Bellatrix se habría pavoneado de sus logros.- explicó Remus.

-Tiene lógica.- dijeron James y Morgana al unísono.

De camino a Hogwarts, Cole se unió a su carruaje y se alegró de saber que Andromeda estaba bien. Aunque Regulus Black era de sus mejores amigos, le había dicho que nadie podía hablar de ella nunca más.

El gran comedor brillaba con todo su esplendor y la comida estaba más buena que nunca. Morgana notó que en un momento de la cena, todos los profesores se marcharon apresurados, dejando a más de mil alumnos solos.

-Morgana.- le dijo alguien.

Se giró para ver quién le hablaba y no vio a nadie, sin embargo le sonaba esa voz.

-Soy Tom.- susurró de nuevo la voz.- Le he robado la capa de invisibilidad a tu amigo James.

-¿Por qué has hecho eso?- preguntó sin que nadie la viera hablar sola.

-Ha pasado algo, algo horrible.- dijo angustiado.- Resulta que los fantasmas pueden verme.

Morgana se sorprendió, era imposible, le había colocado un hechizo para que solo ella pudiera verlo y escucharlo.

-Ya lo sé.- dijo él.- Pero Myrtle me ha visto y ha avisado a los demás fantasmas y ahora me están buscando.

-Sugiero que vayamos a la habitación y te metas en el diario.

-Vamos.- dijo él.

Morgana se levantó de su asiento, pero entonces los profesores volvieron y se tuvo que volver a sentar.

-Alumnos.- comenzó el profesor Dumbledore.- Hemos establecido un toque de queda a las diez. Después de la cena se dirigirán a sus habitaciones y no podrán salir. Quién desobedezca esta regla se verá en graves problemas.

Hubo mucho murmullo por el Gran Comedor y finalmente Dumbledore conjuró un sonorus haciendo que todo volviera a estar en silencio.

-Lord Voldemort ha sido visto en el castillo.

Y allí estalló el caos. Los prefectos se levantaron y acompañaron a cada casa a su sala común. Morgana se fue a su habitación y se metió en el baño, para hablar con Tom.

-No podemos salir, hay toque de queda.- susurró Morgana.

-Tenemos que hacerlo esta noche.- dijo él.- Le he dejado una nota a James imitando tu caligrafía. Iré debajo de la capa y tú irás en tu forma animaga.

Morgana DumbledoreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora