021: Los Dumbledore

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Tras el descubrimiento de los otros Dumbledore, Morgana no se lo contó a sus abuelos. No quería hacerlo porque ellos le habían prohibido ir a su local y ella les había desobedecido. Así que lo que haría ahora sería indagar de otra forma.

-En historia de la magia nos han pedido que hagamos un árbol genealógico de nuestra familia.- les dijo Morgana una noche a sus abuelos.- Tengo lo importante de la familia de la abuela. Me falta la tuya, abuelo.

El director palideció considerablemente.

-Bueno.- dijo él un poco nervioso.- Mis padres eran Kendra y Percival.

Morgana fingió que lo escribía en un papel. Ella ya lo sabía. Después de conocer los secretos de Cabeza de Puerco decidió volver a ir, se convirtió en una especie de rutina. Después de su charla habitual con sus abuelos, iba a la sala de menesteres y se metía en el pasadizo que la llevaba con su otra familia.

-Interesante.- murmuró Morgana.- ¿Algún hermano o hermana?

-Sí.- dijo incómodo.- Aberforth y Ariana.

-¿Siguen vivos?

-Aberforth es el único.- contestó.- Mis padres y mi hermana murieron cuando yo era muy joven.

-¿Algún otro familiar?- preguntó Morgana.

-Mi tía Honoria.- dijo su abuelo.- Era hermana de mi padre.

-¿Es ella la que tenía un corazón peludo?- le preguntó Minerva.

El director asintió. Después se quedaron en silencio. Morgana luego se despidió y se marchó a Cabeza de Puerco.

-Hola, tío Abe.- saludó Morgana.

El camarero le había dado una llave de la habitación para que pudiera venir cuando quisiera, el hombre ya no se sorprendía de verla aparecer de la nada, la segunda vez sí que lo hizo.

Como siempre fueron a la sala de los retratos y estuvieron hablando durante horas, a la joven bruja le resultaba interesante escuchar historias de su familia, esta era la única forma que tenía de hacerlo.

Al cabo de un rato se escuchó la campana de la puerta, que indicaba que había entrado un cliente. Aberforth se levantó cansado y fue a atenderlo. Notaron que tardaba mucho, así que Morgana fue a ver que pasaba. Lo lamentó de inmediato porque en la entrada vio a sus abuelos.

-¡Morgana Dumbledore!- exclamó su abuela al verla.- ¿Qué estás haciendo aquí?

-Te prohibimos venir y nos has desobedecido deliberadamente.- dijo su abuelo.

-Bueno, ¿qué queréis tomar?- dijo Aberforth apareciendo en escena, entonces se dio cuenta de la situación.- Oh.

-Fue un accidente ¡Lo juro!- replicó ella.- Ocurrió la primera vez que vine a Hogsmeade. Nos persiguieron los Slytherin y me escondí aquí, ni siquiera me di cuenta de que sitio era.

-Está bien. Pero, ¿qué haces aquí?- dijo su abuela.- Si la primera vez fue un accidente, ¿esta qué es?

-Bueno, esta ha sido a propósito.- dijo tímidamente.

-Y la anterior.- murmuró de forma imperceptible el camarero mientras les servía un hidromiel.

Sin embargo, los dos magos lo escucharon y se giraron para mirar a Morgana.

-¡Has venido más veces!- dijo su abuelo, en un tono que alguien podría pensar que estaba enfadado.

-¡Sí, lo he hecho!- dijo Morgana.- Es la única forma de saber algo de mi familia. ¡Nunca me contáis nada!

Morgana DumbledoreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora