053: El mejor día de la historia

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El ambiente era tenso, muy tenso. Morgana se había olvidado de que sus abuelos se acababan de enterar por sorpresa de que tenía novio, bueno, de eso y de muchas más cosas... Pero ahora lo importante era que se iba a vengar del causante de los males de toda esa cena.

-¿Quién es Jessica Minchum?- preguntó Malcolm confundido.

-La mujer del ministro de magia, Harold.- contestó Albus de forma distraída.- Una mujer muy encantadora, ¿recuerdas, Minerva? La vimos en aquella fiesta del Ministerio.

-Claro que la recuerdo.- dijo ella asintiendo pero luego miró a su hermano.- ¿Qué tiene que ver eso contigo, Robert?

-Digamos que comparten ciertas afinidades, ¿no es así, Robert?- le dijo Morgana sonriendo demasiado.

«Una manera elegante de decir que son amantes» dijo la voz de Tom.

Malcolm pareció haber captado la indirecta, porque se colocó la servilleta en la boca para ocultar su risa. A partir de ese momento, la cena transcurrió sin más incidentes y finalmente, Robert se calló sus horribles comentarios, hasta que el timbre de la casa sonó, sorprendiendo a todos y es que no esperaban más visitas. Minerva se levantó y fue hasta la puerta, mientras que, tanto Morgana como Malcolm, se inclinaron hacia delante con las sillas para escuchar la conversación, sin éxito alguno, por supuesto.

-Morgana.- dijo Minerva entrando sola a la sala de nuevo.- Una carta para ti.

Cogió el sobre que le extendía su abuela y se preguntó de que podría tratarse. Si la había traído el cartero es que debía de ser alguien muggle, por lo que seguramente sería su viejo amigo, Arthur Koppinskie.

-¿Quién te envía cartas a estas horas?- preguntó Albus confundido.

-¿Es de tu enamorado?- le preguntó con burla Malcolm.

La mirada fulminante de Morgana fue suficiente para que Malcolm se encogiera en su asiento y se callara. La Gryffindor apartó esos pensamientos y comenzó a leer la carta, su sorpresa fue mayor cuando descubrió que no se trataba de Arthur, sino de Lily Evans.

Querida Morgana:

Mi lechuza, Grammy, ha sufrido un pequeño accidente y está convaleciente, por lo que he tenido que enviarte esta carta por el método muggle. James me dio tu dirección, que a la vez se la dio Sirius. Remus me ha dicho que Sirius está viviendo con la familia Potter y parece que lo llevan bastante bien. Y no, no me pasa nada con James, simplemente somos amigos, así que no me insistas con lo mismo de siempre.

La verdad es que me gustaría que vinieras mañana a comer a mi casa, también he invitado a Remus. Estaríamos solo nosotros, mis padres tienen una comida con su empresa y he decidido que era un buen momento para que vinierais. Remus ya ha dicho que vendrá, solo faltas tú, pero algo me dice que acabarás aceptando.

Por cierto, ¿cómo está tu Romeo? ¿Se lo has dicho ya a los profesores? Mira, Morgana, eso es algo sencillo, no deberías hacerlo tan complicado, son tus abuelos y lo van a entender, además tampoco es tan malo, simplemente les vas a decir que sales con un chico, ni que ellos no hubieran estado en la misma situación.

Para que lo sepas, he retirado mi suscripción del Profeta, solo dicen tonterías y mentiras, desde luego fue una pena que dejarais de escribir en el Hoggy Warty Hogwarts, no entiendo por que lo abandonasteis, a mí me encantaba, sobre todo la parte de los cotilleos. Les he contado un poco a mis padres lo que está pasando en el mundo mágico, lo de quién tú ya sabes, y estoy segura de que piensan que no debería regresar a Hogwarts el año que viene, pero ya sabes como soy, no pienso rendirme.

Morgana DumbledoreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora