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Sage sonrió nervioso cuando el castaño abrió la puerta del local dejándolo entrar primero.

—gracias. Que lindo lugar. —dijo mientras sus ojos observaban todo a su alrededor.

—si, a veces vengo aquí con mis amigos por las tardes, es muy agradable, creí que te agradaría.

—¡me encanta!

—me encanta que te encante, los viernes por la noche hay música en vivo, podríamos ir venir alguna vez si quieres.

—¡claro! Eso sería genial.

Ambos se sentaron en una de las mesas y una chica rubia tomó su pedido.

—mmm, nunca he venido ¿qué me recomiendas?

—definitivamente la limonada de fresa, es mi favorita.—respondió el castaño con una sonrisa.

—bien, entonces quiero una. —le sonrió a la chica.

—que sean dos por favor. —dijo Evan.

La chica sonrió amablemente y después de anotar sus pedidos se retiró.

—¿por qué decidiste teñirte el cabello? Digo, se te ve genial, pero fue muy repentino.

—tenía un tiempo pensándolo en realidad, pero hasta hace poco pude hacerlo. No lo se, creo que... Quería verme al menos un poco diferente a mi hermano, somos gemelos pero estoy harto de ser siempre su sombra ¿sabes?

—¿sombra de Lee? No hablas enserio... Sage, tu no eres la sombra de nadie, eres un chico genial, auténtico, único ¿por qué crees eso?

—bueno, no lo se, la gente siempre nos compara y... Todos siempre prefieren a Lee antes que a mi.

—eso no es cierto, ambos son chicos geniales. Lee, el es lindo, si. Pero son tan diferentes, Lee es más suave y calmado, tu eres un torbellino muy alocado ¡en el buen sentido! Eres muy impredecible, siempre tienes algo con que sorprenderme, y eso me encanta.

Las mejillas de Sage se colorearon de rojo al oirlo decir todo eso.

—gracias, es lindo escuchar algo más que solo "oh, Lee es genial, Lee es tan talentoso, Lee es tan lindo, Lee Lee Lee" suena tonto, lo se

—hey, no lo es, todos tenemos algo que nos atormenta, recuerda que si algo te hace sentir mal, no es tonto.

—gracias, creo que es algo que siempre había necesitado escuchar.

—bueno, si me lo permites, estaré siempre que me necesites.

Sage sonrió con las mejillas sonrojadas cuando el castaño tomó su mano por sobre la mesa.

Tal vez, solo tal vez había encontrado a alguien que lo entendía.

[🖤]

Sky observaba detenidamente a su hijo, quien tecleaba en su teléfono sin dejar de sonreir.

Sospechoso.

—cariño ¿quieres limonada?

No respondió.

—Lee ¿quieres limonada?

Nada.

—¡Lee Bracco Blace!

Y por fin, Lee saltó en su lugar casi dejando caer su celular al suelo.

—¡papá! ¡Me espantaste!

—bueno, si tan solo no estuvieras tan ensimismado en tu celular.

Sweet Pain | Gay |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora