Sweet Pain | Gay |

34

Ninguno podría explicar lo que sintió en aquel momento, Lee estaba en completo shock por la situación, lo habían atrapado, Jackson... bueno, Jackson quería darse diez tiros en la cabeza porque no podía ser que el hombre que más lo odiara en la tierra fuera el padre de su chico.

Y bueno, Erick era otra historia, su sangre hervía viendo la mano de su dulce e inocente niño entrelazada con la de aquel delincuente de mal vivir, su cabeza explotaría en cualquier momento, y prefería que fuera eso y no su arma en la cabeza de aquel rubio.

—p-papá, puedo explicarlo...

—¿si? ¡¿Vas a explicarme qué haces de la mano con este delincuente?!

—¡Jackson no es un delincuente! ¡El solo...¡

—llévenselo.—ordenó a sus compañeros mientras su mirada se encontraba fija en el rubio.

—¿q-qué?—tartamudeó viendo como un par de esposas eran puestas a su novio de forma brusca.

—¡hey! ¡¿Qué mierda?!—exclamó el rubio siendo jaloneado por un oficial.

—sube a la patrulla, Lee.—escuchó decir a su padre más serio que nunca.

—¡papá! ¡Diles que lo suelten!

—¡dije que subas a la patrulla!

—¡no! ¡Diles que lo suelten ahora!

—¿por qué lo haría? Ese bastardo no goza de ningún privilegio.—dijo por fin mirando a su hijo.

Lee quiso llorar, nunca había visto esa mirada en su padre, y lo asustó, lo asustó mucho... pero Jackson era más importante ahora.

—¡pues si te lo llevas a él arrestado, a mi también!

—¿qué mierdas estás diciendo?

—¡no quiero gozar del "privilegio" de ser tu hijo mientras te llevas a mi novio esposado!

—¡ese idiota no es tu novio!

—¡si lo es!

—bien... pónganle las esposas a él también y súbanlos a la patrulla.—dijo sin siquiera mirarlo alejándose de ellos.

—¡hey!—se quejó Lee cuando uno de los oficiales lo tomó bruscamente.

—¡con cuidado imbecil! ¡Lo lastimas!—le gritó Jackson enfurecido mientras era alejado por el policía que lo había esposado.

Ambos fueron subidos a la misma patrulla, iban uno al lado del otro, Jackson iba con los ojos cerrados y la cabeza echada hacia atrás tratando de mantenerse tranquilo, aunque quería arrancarle las manos a alguien.

Por otro lado, Lee se encontraba con un nudo en la garganta, se sentía culpable, su mente seguía intentando entender lo que acababa de pasar, nunca le había hablado de esa forma a su padre, pero lo llenó de rabia escúchelo expresarse así de Jackson sin razón alguna.

—lo siento.—susurró.

Jackson abrió los ojos confundidos y miró al castaño sentado a su lado.

—¿qué? No Lee, esto no es tu culpa, contigo ahí o no, esto pasaría igual, siempre pasa.

—¿no... no es la primera vez?

—no, tú padre y yo tenemos más historia que tú y yo.—dijo en una muy mala e inoportuna broma.

—¿cómo?—preguntó sin entender, edetana demasiado confundido.

—me he metido en problemas desde que estaba en la secundaria, sea lo que sea, el siempre está ahí para arrestarme, me odia, y ni por una puta vez imaginé que podría ser tu padre.—sus palabras sonaban duras, pero era simplemente porque estaba enojado, Lee no tenía porque estar en esta situación.