Sweet Pain | Gay |

19

Jackson miraba al castaño un poco confundido, había estado más de media hora con la vista perdida en cualquier lugar mientras tamborileaba sobre el mostrador con una pluma negra.

—okey, tu vas a decirme que te pasa, ahora.

Pero Shane ni por asomo lo escuchó.

—Shane! —gritó logrando que el castaño diera un salto y la pluma terminara en el suelo.

—ah? Qué quieres Jackson?

—qué demonios te pasa? Estás en otro mundo.—levantó una ceja alentandolo a hablar.

—a mi? N-nada, de qué hablas?

—Shane, tu nunca tartamudeas, dime, qué sucede?

Después de pensarlo un poco y soltar un fuerte suspiro, decidió hablar.

—bien, si que me pasa algo.

—bien, y qué es?

—bueno, besé a alguien... Y me gustó.

La mente de Jackson se sintió revuelta en menos de un segundo.

—pero... Tu has besado a un montón de personas antes.

—si! Pero... No entiendes, esta persona es... Diferente.

—ya veo, te gusta?

—mmm, puede que un poco.

—vaya! Ya era hora! Es genial hermano! A Kenya también le gustas, se nota! Por qué te preocupas?

La mente de Shane se había desconectado en ese momento.

—q-que? Digo... Si, Kenya... Ella me gusta. —dijo rascandose el cuello.

—si, y por qué no te ves feliz? Te gusta, le gustas... No veo el problema.

—no es eso, solo... Estoy nervioso, es todo.

—pues no lo estés! Se nota que le gustas, así que, a por ella!

—si... Oye, pero te toca, tu también te ves como si algo en tu vida no estuviera bien.

—bueno, literalmente nada en mi vida está bien. —bromeó.

—ja ja ja, gracioso. Ya enserio, qué pasa?

—es que... Sage me amenazó.

—qué? —preguntó con los ojos abiertos de par en par.

—si, el caso es que nos acostamos en su casa, el me dijo que Lee no llegaría porque estaba en casa del amigo ese rubio, lo recuerdas?

—ah, si.

Y vaya que lo recordaba.

—bueno, el muy imbecil me mintió, justo a la mitad escucho la voz de Lee del otro lado de la puerta.

—no me jodas...

—si, obviamente me molesté y le dije que seria la última vez que pasara, pero me amenazo diciéndome que entonces le diría toda la verdad a Lee.

—qué!? Tiene que ser una broma.

—pues no se veía muy divertido he, al contrario, se veía bastante serio.

—y... Y qué harás?

—qué demonios se supone que haga!? No puedo permitir que Lee se entere.

—Jackson. —se puso serio. —no crees que es lo mejor? Digo, no que se entere así, pero que se lo dijeras tu.

—no. —negó rápidamente. —me niego, Lee es todo para mi! No voy a permitir que Sage lo aleje de mi! —goleó sobre el mostrador con su puño.