31

812 69 10
                                    

Pt. 1/2

Un chico rubio entró a la gran casa donde esa noche se presenciaba una increíble fiesta de bienvenida.

—hey, JJ, ya cambia esa cara, anda.

—¿por qué tenemos que venir? Solo es una tonta fiesta de bienvenida para los juniors.

—oh vamos, no seas amargado, hace tiempo no vamos a ninguna fiesta, ya nos hacía falta ¿no?

Jackson solo rodó los ojos y miró a su alrededor.

—hey, Vic y los demás están arriba, trajeron coca... ¿Vamos? —preguntó el castaño con una sonrisa sugerente.

Jackson suspiró y negó.

—no, aún es temprano, en un rato más.

—bien, le diré a Vic que guarde un poco.

Jackson asintió y comenzó a caminar hacia la barra.

—¿hay alcohol o solo jugo de naranja?—preguntó burlón al barman.

Este solo le devolvió el gesto y le entregó una lata de cerveza.

El solo la tomó y la abrió rápidamente.

Con un gran suspiro miró a los lados, solo niñitos bobos y mimados.

Estaba pensando seriamente en largarse de ahí, o eso hasta que se encontró con una hermosa mirada olivo.

Tragó saliva y tomó valentía para acercarse al lindo chico que lo miraba a lo lejos con una adorable sonrisa.

Solo cuando llegó a su lado, notó a los dos chicos que se encontraban a su lado, ambos pelinegros, parecían ser sus amigos.

Cuando volvió a mirarlo, su garganta se cerró ante los ojos tan brillantes e inocentes del muchacho.

—h-hola.

"diablos Jackson" es lo único que pudo pensar al verse tartamudeando.

—hola.

Y dios, que alguien lo sostenga, porque estaba apunto de desmayarse, ¿era acaso esa la voz más dulce que había escuchado en su vida? Seguro que si.

—me llamo Jackson... Aunque mis amigos me dicen JJ... a veces, claro.

El menor sonrió tímidamente.

—soy Nathan, aunque mis amigos me dicen Nath o Nathy... A veces. —repitió haciendo reír al rubio.

—un gusto Nathan. —dijo con una encantadora sonrisa.

Esa que Nathan adoraría hasta el día de su muerte.

[🖤]

Cuando abrió los ojos, lo primero que vió fue el techo de su habitación, suspiró y se talló la cara intentando despertarse.

Se sentó en su cama y abrió el cajón de su lado, donde se encontraba su tan preciada foto.

El y Nath en su primer y último aniversario, Nathan abrazando un conejo de peluche que el le había regalado ese mismo día, mientras el era abrazado por Jackson desde su espalda.

Recordaba esa foto como si fuera ayer, la madre de Jackson la había tomado.

—¡ay por dios! ¡JJ es hermoso! —exclamó cuando sacó el peluche de la gran bolsa.

Sweet Pain | Gay |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora