Sweet Pain | Gay |

42

Ya había pasado un mes y medio, mes y medio en los que Evan y Sage se habían convertido en la pareja perfecta, llena de amor, de cariños, de reciprocidad, de respeto.

Por otro lado, Shane se esforzaba cada día por reconquistar a Niko, quien poco a poco caía más enamorado de él, iban a pasos de bebé, pero a pasos seguros.

Y bueno, Lee y Jackson seguían viéndose a escondidas, disfrutando del otro, tanto románticamente como, bueno...

—ah... J-Jackson... rápido...

—dios, ángel...

Con un fuerte gemido, Lee sé corrió sobre las sábanas de la cama de su novio, después de unos cuantos movimientos más, Jackson sé corrió dentro del condón.

Agitado salió del menor, quien sin pensarlo dos veces se dejó caer sobre el colchón, sus piernas temblaban y todo su cuerpo dolía.

Jackson tiró el condón y se recostó al lado de su novio abrazándolo por la espalda.

—delicioso como siempre.—murmuró sobre su cuello dejando una mordida sobre el haciendo a Lee soltar un silencioso jadeo.—¿estuvo bien?

—estuvo increíble.—susurró sonriendo.—siempre lo estás.—se volteó quedando frente a frente.

—y tu siempre estás precioso, has seguido ganando peso, estoy orgulloso de ti.

—si... no soy fan pero supongo que está bien.

—amor, es tu salud, además, tu eres hermoso como sea.

—es que a ti te gusto, por eso lo dices.

—corrección, me encantas, me vuelves loco, te amo.—sonrió dejando un beso en la nariz del menor, quien solo sonrió enternecido.

—yo también te amo.

—en tres semanas es tu presentación.—acarició su mejilla.

—lo sé, estoy muy nervioso, la coreografía está lista, solo estamos perfeccionándola, además de mi solo, dios, que ansias.

—lo harás increíble, amor, eres el mejor.

—irás a verme ¿cierto?

—no me lo perdería por nada del mundo, amor, me importa poco si tu padre me ve, es un momento importante para ti y no voy a perdérmelo.

Lee sonrió.

—¿crees que de verdad tenga una oportunidad?

—¡claro que si! Les vas a encantar...—su sonrisa se borró lentamente.—solo que... ¿has pensado en que pasará si quedas?—murmuró.

—bueno...

—tendrás que irte.—pronunció con un tono desolado.

—si...—susurró comenzando a sentirse triste.

—a Nueva York...

—bueno, si, pero... tu... digo, ¿terminarías conmigo?

—¿qué? No, amor, definitivamente no, estoy dispuesto a esperarte, podemos tener una relación a distancia si así lo deseas, al menos que tú quieras terminar...

—no, eso nunca, tú... ¿estarías dispuesto a esperarme cuatro años?

Si, cuatro años era lo que duraría su carrera en Nueva York si lo elegían, cuatro años lejos de su familia, amigos... y Jackson.

—si...—dijo tan bajo que de no se porque Lee estaba Justo frente a él, no lo habría escuchado.—lo estoy.

Lee sonrió y dejó un casto beso en los labios del mayor.