Sweet Pain | Gay |

9

—está quedando genial!

Jackson deja el aerosol en el suelo y se puso al lado de su amigo.

—definitivamente, lo mejor es que solo faltan unos cuantos detalles y listo!

—si, tantos días de dedicación valieron la pena.

Ambos amigos siguieron con su trabajo, casi terminado, hasta que como de costumbre, se escucharon las sirenas de las patrullas.

—maldita sea! Acaso nunca dejarán terminar en paz!?

Recogieron sus cosas del suelo guardandolas en sus mochilas y rápidamente salieron corriendo de ahí.

—Jackson! Están muy cerca!

—corre Shane! Solo corre!!

Claro que esta vez no se iban a ir como si nada hubiera pasado, ya que los policías los atraparon.

—detenganse mocosos!

Cuando escucharon esa voz tan cerca, supieron que no había escapatoria, ambos sintieron como fueron aventados al piso con total brutalidad, soltando gemidos de dolor.

—mierda!

—Cole y Flynn, era obvio.

—si viejo menso! —exclamó el castaño con el rostro contra el suelo.

—guarda silencio, Shane.

—si, eso, hazle caso a tu amiguito.

Cada uno fue levantado con sus manos esposadas, Jackson miró al hombre frente suyo y rodó los ojos.

—oficial Bracco! Cuanto tiempo sin vernos! —exclamó con fingida emoción. —ya lo extrañaba.

—si, pues las sillas de la comandancia extrañan tu trasero, así que caminen.

Los oficiales subieron a ambos chicos a la patrulla y se dirigieron rápidamente al lugar.

—muy bien, chicos, estarán aquí al menos tres días hasta que paguen su fianza.

—qué!? Acaso cree que somos ricos!?

—bueno, eso debieron pensarlo antes de bandalizar las calles de la ciudad.

—ay, por favor. —expresó Shane poniendo sus manos en los barrotes. —no hicimos mada malo, no estábamos robando!

—ay, no se hagan los santos, que tienen antecedentes de robo...

—yo los tengo, Shane no, y esta vez no fue así, además no es bandalismo.

—si, lo es, los vecinos lo reportaron como tal, ya se escaparon lo suficiente, pero esta vez no será así.

—y quién pretende que pague nuestra puta fianza!? —dijo molesto.

—pues eso es cosa suya, los dejaremos hacer una llamada a cada uno, no la desperdicien.

El hombre se alejó y Jackson gruñó molesto.

—ese tipo me tiene harto, se que tiene algo en contra nuestra.

—sea lo que sea es un idiota! Cómo saldremos de aquí!?

—mierda, mi madre no tiene un puto peso. —sacudió su cabello, frustrado.

—mi padre es el único que puede sacarnos, pero me advirtió que si volvía a meterme en problemas, empezaría a trabajar con el en el taller, sin paga! sabes lo horrible que es eso!?

—si, además tu padre no es un muy buen jefe que digamos.

—mierda, ya lo se.

—Shane, no tenemos de otra, te prometo que te pagaré cada centavo.