Sweet Pain | Gay |

28

Sus labios se abrieron en un jadeo cuando sintió como el contrario chupaba su cuello, sus labios bajaron su recorrido hasta su pecho para jugar con sus pezones ¿estaba en el cielo? Porque se sentía en el cielo.

—J-Jackson...

—mhh...

—ah... Jack... Jackson...

El rubio se separó de su pecho para subir a sus labios, los besó con tanta pasión, sintiendo como el calor subía por su cuerpo.

Rodeó el cuello del rubio con sus manos mientras este seguía comiendoselo a besos.

Cuando sintió su miembro rozar el suyo, sus cables hicieron click en su cabeza, puso sus manos en el pecho del rubio apartandolo un poco de su cuerpo.

—¿q-quieres que pare?

—s-si...

Jackson asintió y se separó despacio de el acomodándose a su lado en el sillón.

—lo siento. —dijo el rubio.

—¡no! ¿Por qué?

—a veces... Siento que te presiono, ¡no es mi intención! Pero creo que te hago sentir así.

—noo, claro que no Jackson, solo... No estoy listo. —bajó su cabeza mirando sus manos. —yo siento que te cansarás de mi, pero todavía no me siento listo. —lo miró de nuevo.—quiero hacerlo, enserio quiero, tu me haces sentir bien, me haces sentir cómodo y seguro, pero no creo que sea el momento.

—lo se, y lo entiendo, y nunca me cansaría de ti, de quiero tanto Lee... Tanto que esperaría una eternidad por ti.

—¿de verdad?

—claro... Solo el hecho de estar contigo me hace feliz.

Lee sonrió y lo abrazó para darte un tierno y dulce beso, como el.

[🖤]

—¿cómo te sientes? En menos de dos meses es la tan esperada presentación.

Lee dejó de estirar para mirar a Marie con una sonrisa.

—increíble, aún me faltan algunas cosas por pulir y perfeccionar... Pero genial.

—bueno, no quiero poner más peso sobre tus hombros, pero Madame Lorraine estará ahí para presenciarlo, están buscando prospectos.

La sonrisa de Lee se borró dando paso a un rostro totalmente sorprendido.

—no es verdad... ¿¡Marie hablas enserio!?

Okey, su emoción tenía una justificación. Madame Lorraine era la directora y propietaria de una de las mejores universidades en el mundo, The Grand Ballet Academy, en Nueva York. Desde que entró en ese mundo, era el sueño de Lee estudiar en esa escuela, y esta era su gran oportunidad para lograrlo.

—así es, me avisaron esta mañana.

—no puede ser... Ay por dios... Tu... ¿Tu crees que tenga oportunidad?

—¡Lee, por supuesto! Eres uno de los mejores bailarines que han pisado este estudio, y de seguro de los mejores que pisarán ese escenario, lo harás genial, solo confía y sigue preparándote, pero ya lo sabes, nada de sobreesfuerzo.

—si... ¡Dios que emoción!

Marie sonrió y llamó a sus alumnos.